Capitulo 3
Paciencia y Agonía
-Donde demonios estoy- empezó a gritar mi padre- …… así que entonces estoy en la antesala del infierno?. Bueno creo que es normal para mi por no creer-
-Padre, por favor, no digas eso, en realidad esto no tiene nada que ver con la antesala del infierno- le respondí, algo calmado- por favor cuando se abra la esfera, toma el maletín con tu nombre, y ponte lo que esta adentro de el-
-Maldito Raindon, tu dándome ordenes…… no – el no aceptaba, lo que yo le decia, nunca lo hacia- sabes que, vámonos de aquí, me llevare a Ushio y tu te iras a donde quieras, no te quiero cerca de mi hija-
Al escuchar eso, Joel reacciono de una manera extraña, y pues creo que era por haber escuchado a mi decirle padre a David, y escuchar a David decirle hija a Ushio.
Por la cara que tenían todos, creo que todos estaban sacando sus propias conclusiones de lo que pasaba.
Mi padre aprovechando la situación, se preparaba, para empezar a hablar de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo la esfera se volvió a abrir.
Aprovechando la situación de desconcierto de mi padre, tome a Ushio por el brazo y la lleve a el otro cuarto, entrando ahí, me di cuenta de que en esa habitación había, recargadas, en las paredes varios lo que parecían ser, mangos de katanas, y algo a lo que no le encontraba forma, parecía una rueda gigante, con un asiento adentro de la rueda y uno atrás de la rueda.
Estando ahí, tome 2 mangos de una katana.
-Espera aquí Ushio – le dije al oído- iré por algo –
Antes que Ushio me respondiera, salí del cuarto, para acercarme a la esfera y tomar dos armas, una que parecía tener tres pequeños postes, en forma de triangulo y otra un poco mas pequeña.
También de pasada, me fije que mi padre aun no llevaba puesto su traje, así que tome su maletín y me fui de regreso al cuarto donde me esperaba Ushio.
-Ushio, mira creo que ahora empezara algo peligroso,- no sabia porque, pero eso presentía- así que quiero que, si se pone demasiado peligrosa la situación, te vallas-
-Porque lo dices Raindon?- se notaba su temor en su cara.-
De pronto ella dio un grito.
-Raindon, te estas desapareciendo- gritaba aterrada
Empecé ver, ante mi, unas calles, con gente transitando por ella.
Estábamos en medio de algún lugar muy parecido a un desierto, con grandes casas a los lados, pero también con un intenso calor que parecía que estuviéramos en el mismo infierno- en ese momento aun no sabíamos que ahí era donde nos encontrábamos- los árboles que se levantaban de una forma majestuosa por camellon central, en el cielo unas nubes obscuras se acercaban presagiando lluvia, el viento nos azotaba en la cara, era un viento seco, que me hacia aun mas querer regresar a casa.
Buscando la mano de Ushio, vi como muchos empezaban a aparecer, junto a mi, entre ellos, Joel quien se notaba muy entusiasmado.
Ushio, enfrente de mi, había aparecido, con sus ojos rojos, por el miedo de no saber que era lo que estaba pasando.
Cuando todos estábamos ya en esas calles, un grito ahogado se escucho.
Provenía de atrás de nosotros. Cuando nos volteamos para ver que estaba pasando, gran sorpresa fue la que nos llevamos, pues unos coyotes de tamaños como de caballo, estaban destrozando el cuerpo, de una chava, la cual no llevaba su traje.
Los gritos eran desgarradores, rápidamente Joel y sus compañeros, empezaron a dispararles.
Mucha gente de los alrededores volteaban a ver que era lo que sucedía, porque había tanto alboroto, pero al tener ante sus ojos a tres coyotes de un gran tamaño siendo atacados por personas desconocidas, se enfurecieron a tal grado, que su piel se empezó a desgarrar, y de ellos mas coyotes aparecieron.
Estábamos rodeados, no había escapatoria alguna, quince coyotes nos habían rodeado, ningún lugar a donde correr, ningún lugar en donde esconderse, la muerte inminente nos esperaba, poco a poco los coyotes se acercaban, nada podíamos hacer.
De pronto un chiflido se escucho, los coyotes dejaron de acercarse, todos nosotros empezamos a buscar la fuente del sonido y ante nosotros, arriba de una casa, alguien apareció.
Llevaba un traje como el de nosotros y encima una gabardina negra, el viento desacomodaba su pelo oscuro. Sus grandes ojos se ocultaban sobre unas ojeras demasiado pronunciadas, pero lo que mas llamaba su atención, era que en sus ojos había destellos de color rojo, la locura lo había consumido.
Consigo llevaba dos katanas, una en cada mano, sus katanas se empezaron a estirar.
-Creo que vienen por mi verdad- dijo soldierdark con un tono serio- solo les diré que no se las pondré fácil-
De un momento a otro, estaba frente a un señor que tampoco llevaba el traje, atravesándolo con su katana en un solo golpe certero.
-vengan por mi, pero les aseguro que no todos saldrán vivos, ò por cierto, primero veamos si son capases de derrotar a mis mascotas jaja-
Los coyotes empezaron a sufrir otra transformación, esta vez, se empezaron a parar en dos patas, sus patas empezaron a crecer aun mas, sus garras de una manera aterradora le empezaron a crecer, sus dientes afilados saliendo de su hocicó, y todos sus huesos fuera de la piel, haciendo, lo que paresia ser una armadura.
Todos los coyotes al mismo tiempo aullaron, haciendo que nosotros cayéramos al piso, por el inaguantable aullido.
En ese mismo momento, la pelea había comenzado, los coyotes empezaron a patear a todos los que estaban en el piso.
Protegiendo con mi cuerpo a Ushio, ambos salimos volando por los aires, por una fuerte patada del coyote. Cayendo al piso sin sufrir dolor alguno le dije a Ushio.
-Ushio, dale esto a mi padre- le dije dándole el maletín- y toma esta arma para ti, no hagas nada tonto por favor Ushio-
Entonces en ese momento decidí, que por salvar y sacar a Ushio de ese lugar, seria capaz de todo, hasta de dar mi vida.
Avanzando así con una katana en mano, encare a un coyote.
La pelea había empezado, todos arriesgando su vida por salir adelante y vivir.
-------------------------------------
Bueno espero que les haya gustado el capitulo!!
comenten y digan la verdad!! si no les gusto y es una mierda, digan que es una mierda!!
Gracias!!
Paciencia y Agonía
-Donde demonios estoy- empezó a gritar mi padre- …… así que entonces estoy en la antesala del infierno?. Bueno creo que es normal para mi por no creer-
-Padre, por favor, no digas eso, en realidad esto no tiene nada que ver con la antesala del infierno- le respondí, algo calmado- por favor cuando se abra la esfera, toma el maletín con tu nombre, y ponte lo que esta adentro de el-
-Maldito Raindon, tu dándome ordenes…… no – el no aceptaba, lo que yo le decia, nunca lo hacia- sabes que, vámonos de aquí, me llevare a Ushio y tu te iras a donde quieras, no te quiero cerca de mi hija-
Al escuchar eso, Joel reacciono de una manera extraña, y pues creo que era por haber escuchado a mi decirle padre a David, y escuchar a David decirle hija a Ushio.
Por la cara que tenían todos, creo que todos estaban sacando sus propias conclusiones de lo que pasaba.
Mi padre aprovechando la situación, se preparaba, para empezar a hablar de nuevo, pero antes de que pudiera hacerlo la esfera se volvió a abrir.
Aprovechando la situación de desconcierto de mi padre, tome a Ushio por el brazo y la lleve a el otro cuarto, entrando ahí, me di cuenta de que en esa habitación había, recargadas, en las paredes varios lo que parecían ser, mangos de katanas, y algo a lo que no le encontraba forma, parecía una rueda gigante, con un asiento adentro de la rueda y uno atrás de la rueda.
Estando ahí, tome 2 mangos de una katana.
-Espera aquí Ushio – le dije al oído- iré por algo –
Antes que Ushio me respondiera, salí del cuarto, para acercarme a la esfera y tomar dos armas, una que parecía tener tres pequeños postes, en forma de triangulo y otra un poco mas pequeña.
También de pasada, me fije que mi padre aun no llevaba puesto su traje, así que tome su maletín y me fui de regreso al cuarto donde me esperaba Ushio.
-Ushio, mira creo que ahora empezara algo peligroso,- no sabia porque, pero eso presentía- así que quiero que, si se pone demasiado peligrosa la situación, te vallas-
-Porque lo dices Raindon?- se notaba su temor en su cara.-
De pronto ella dio un grito.
-Raindon, te estas desapareciendo- gritaba aterrada
Empecé ver, ante mi, unas calles, con gente transitando por ella.
Estábamos en medio de algún lugar muy parecido a un desierto, con grandes casas a los lados, pero también con un intenso calor que parecía que estuviéramos en el mismo infierno- en ese momento aun no sabíamos que ahí era donde nos encontrábamos- los árboles que se levantaban de una forma majestuosa por camellon central, en el cielo unas nubes obscuras se acercaban presagiando lluvia, el viento nos azotaba en la cara, era un viento seco, que me hacia aun mas querer regresar a casa.
Buscando la mano de Ushio, vi como muchos empezaban a aparecer, junto a mi, entre ellos, Joel quien se notaba muy entusiasmado.
Ushio, enfrente de mi, había aparecido, con sus ojos rojos, por el miedo de no saber que era lo que estaba pasando.
Cuando todos estábamos ya en esas calles, un grito ahogado se escucho.
Provenía de atrás de nosotros. Cuando nos volteamos para ver que estaba pasando, gran sorpresa fue la que nos llevamos, pues unos coyotes de tamaños como de caballo, estaban destrozando el cuerpo, de una chava, la cual no llevaba su traje.
Los gritos eran desgarradores, rápidamente Joel y sus compañeros, empezaron a dispararles.
Mucha gente de los alrededores volteaban a ver que era lo que sucedía, porque había tanto alboroto, pero al tener ante sus ojos a tres coyotes de un gran tamaño siendo atacados por personas desconocidas, se enfurecieron a tal grado, que su piel se empezó a desgarrar, y de ellos mas coyotes aparecieron.
Estábamos rodeados, no había escapatoria alguna, quince coyotes nos habían rodeado, ningún lugar a donde correr, ningún lugar en donde esconderse, la muerte inminente nos esperaba, poco a poco los coyotes se acercaban, nada podíamos hacer.
De pronto un chiflido se escucho, los coyotes dejaron de acercarse, todos nosotros empezamos a buscar la fuente del sonido y ante nosotros, arriba de una casa, alguien apareció.
Llevaba un traje como el de nosotros y encima una gabardina negra, el viento desacomodaba su pelo oscuro. Sus grandes ojos se ocultaban sobre unas ojeras demasiado pronunciadas, pero lo que mas llamaba su atención, era que en sus ojos había destellos de color rojo, la locura lo había consumido.
Consigo llevaba dos katanas, una en cada mano, sus katanas se empezaron a estirar.
-Creo que vienen por mi verdad- dijo soldierdark con un tono serio- solo les diré que no se las pondré fácil-
De un momento a otro, estaba frente a un señor que tampoco llevaba el traje, atravesándolo con su katana en un solo golpe certero.
-vengan por mi, pero les aseguro que no todos saldrán vivos, ò por cierto, primero veamos si son capases de derrotar a mis mascotas jaja-
Los coyotes empezaron a sufrir otra transformación, esta vez, se empezaron a parar en dos patas, sus patas empezaron a crecer aun mas, sus garras de una manera aterradora le empezaron a crecer, sus dientes afilados saliendo de su hocicó, y todos sus huesos fuera de la piel, haciendo, lo que paresia ser una armadura.
Todos los coyotes al mismo tiempo aullaron, haciendo que nosotros cayéramos al piso, por el inaguantable aullido.
En ese mismo momento, la pelea había comenzado, los coyotes empezaron a patear a todos los que estaban en el piso.
Protegiendo con mi cuerpo a Ushio, ambos salimos volando por los aires, por una fuerte patada del coyote. Cayendo al piso sin sufrir dolor alguno le dije a Ushio.
-Ushio, dale esto a mi padre- le dije dándole el maletín- y toma esta arma para ti, no hagas nada tonto por favor Ushio-
Entonces en ese momento decidí, que por salvar y sacar a Ushio de ese lugar, seria capaz de todo, hasta de dar mi vida.
Avanzando así con una katana en mano, encare a un coyote.
La pelea había empezado, todos arriesgando su vida por salir adelante y vivir.
-------------------------------------
Bueno espero que les haya gustado el capitulo!!
comenten y digan la verdad!! si no les gusto y es una mierda, digan que es una mierda!!
Gracias!!