Una avenida en plena noche iluminada por la luz de los locales que estaban abiertos a esa hora y los postes de luz. Podía ser un momento como cualquier otro, pero no.
Las personas pasaban ignorando completamente al joven de cabello largo que vestía una extraño traje negro y llevaba un extraño rifle. Un hombre hasta chocó con él.
-¡Maldición! ¡Fíjese por donde va!
No se veía nada ni nadie extraño en los alrededores. Eso lo tranquilizaba.
-Por suerte la gente ni me mira. Hay que tenerlos bien puestos para ir caminando con algo así puesto. Por algo nunca fui un cosplayer.
Los otros fueron llegando.
Nishi llamó la atención de Teras, Manza y Shred. El inmenso traje que llevaba aquel gantzer era sorprendente. Era mucho más grande que el de los demás y lo cubría por completo. Tenía unos enormes brazos.
-Atentos-habló Alex King-. Dividámonos en grupos.
Fue ordenando un líder para cada grupo y los miembros que lo conformarían.
-Los nuevos, Link, Martín, Hirano. Ustedes vendrán conmigo. Nishi... Bueno. Supongo que con su traje puede arreglárselas bien solo.
-¿Qué crees que estas haciendo, viejo?-preguntó Sunshiro al líder del grupo-. Cargándote a todos los nuevos solo vas a lograr que te maten. Pásanos uno a nosotros.
-Está bien. Ve con ellos, Manza. Que Cherry venga con nosotros. Estén atentos al radar. No salgan de la zona permitida. No quiero que a alguien le vuele la cabeza.
-Me resulta extraño que no le llamemos la atención a ninguna persona-dijo Shred.
-Porque nadie puede vernos-explicó Link-. Al menos no ninguna persona normal. Si llegas a notar que alguien que no sea un objetivo te ve vuélale la cabeza.
-¿Qué?-exclamó sorprendido Teras-. ¿Por qué?
-Por los vampiros-intervino Martín.
-¿Vampiros?
-¡No hay tiempo para esas cosas!-dijo Nishi-. Busquemos a los objetivos.
Nadie quería hacer enojar al tipo del super traje.
Se dividieron.
El grupo de Alex King se dirigió hacia un área en que figuraban tres objetivos guiándose con el radar.
-Así que para eso sirve-dijo Teras mirando al aparato que tenía entre manos su líder.
-También sirve para volverse invisible. ¿Tienes uno?
-Sí. Tomé uno. Por las dudas.
-Úsalo bien.
-¡Los encontré!-gritó Hirano.
Los vieron. Eran tres esqueletos. Sus huesos eran de color verde fosforescente. Se encontraban en una esquina. Al ver a los gantzers se dirigieron hacia la calle. Se movían lentamente.
En ese momento no pasaba ningún auto.
-No parece que puedan darnos muchos problemas-dijo Cherry.
-No te confíes-recomendó Link-. Puede que estos sean
débiles, pero seguramente después va a aparecer alguno peor.
-Los que tienen el rifle disparen. No vamos a acercarnos. No hay que correr riesgos.
Teras, Shred y Martín apuntaron cada uno a un objetivo diferente.
Los esqueletos se detuvieron en medio de la calle. Inmediatamente después se movieron a una velocidad sorprendente.
Cuando los gantzers reaccionaron ya estaban frente a ellos.
Quienes empuñaban los rifles fueron golpeados por esos aliens. Salieron despedidos.
Alex intentó cortar con la katana a uno de ellos.
Link disparó con su x-gun.
Hirano intentó atrapar a otro con la y-gun.
Todos fallaron.
Los objetivos se movían muy rápido.
Los rodearon. Se posicionaron alrededor de ellos.
-Son muy veloces-dijo Shred.
-¡No me digas!-exclamó Teras-. ¡Claro que son veloces! ¡Son esqueletos! ¡No pesan nada!
-Mantengan la calma-dijo Alex King-. Esto ni se compara con la misión de las ranas. Eso sí que fue jodido.
-¿Te escuché decir ranas?-preguntó el sorprendido Shred.
-No es una larga historia, pero ahora no podemos hablar de eso-intervino Hirano.
-¡Vienen!-advirtió Martín.
Activación de traje.
Alex detuvo al esqueleto que lo atacó agarrandolo del brazo.
-Llegó la noche.
Le dirigió unas palabras aquel extraño ser.
-Llegó tu muerte-le respondió el líder de aquel grupo antes de cortarlo con la katana que llevaba en su mano derecha.
Un apestoso líquido verde manchó el suelo y el traje del gantzer.
Los restos de ese alien quedaron tirados en el suelo.
Shred eliminó a otro disparándole con su x-rifle.
El último de ellos agarró del cuello a Teras. Se fue corriendo. Se lo llevó con él.
-No lo alcanzaremos-dijo Cherry-. Está perdido.
-Eso no lo sabemos-aseguró Martín-. Tal vez el pelilargo resista. ¡Vamos!
El esqueleto se detuvo cuando estuvo lejos del grupo. Puso sus manos sobre el cuello del gantzer. Empezó a asfixiarlo.
-Llegó la noche-decía el alien.
Activación de traje.
Teras trató de quitarse de encima a ese terrible enemigo. Al menos logró quitarse esas manos de hueso del cuello. Sintió un gran alivio al sentir el aire en sus pulmones una vez más.
-¡Maldito!
Los demás llegaron.
-No podemos dispararle-señaló Link-. Podríamos matar a ese tipo.
El esqueleto no se daba por vencido.
-¿Crees que vas a matarme? ¡Estúpido! Ningún alien ridículo como tu puede matarme. ¡Yo soy Teras!
El cabello de ese gantzer se volvió gris.
Utilizó toda la fuerza que el traje podía darle para quitarse de encima al alien.
-¡Inténtalo una vez más, novato!
Los demás se sorprendieron por el repentino cambio de su compañero. No parecía la misma persona.
Se le acercaron.
-¿Estás bien?-le preguntó Alex.
-Sí. Necesito un arma.
El líder le cedió su katana. Se defendería con la x-gun que llevaba.
-Yo me encargo de él.
-¡No ataques solo!-gritó Martín.
Teras se fue corriendo hacia su objetivo. Sonrió de forma maliciosa. Activó el radar.
-¡Intenta derribarme una vez más! ¡Vamos!
El esqueleto pareció sorprendido por la desaparición de su enemigo. Murió cuando el gantzer apareció detrás de él y lo cortó con la katana.
-¿Ese tipo estará bien?-se preguntó Cherry-. ¿Por qué su cabello cambió de color?
Después de destruir al alien se reunió con sus compañeros.
Todos miraron a aquel joven de cabello gris.
-¿Todo en orden?-preguntó Alex.
-Sí. Todo en orden. Esta situación me agrada. No puedo matar personas. No. Porque eso está mal. Pero supongo que a nadie le molestará que maté a estas cosas raras que ni sabemos de donde salieron, ¿no? Es perfecto. Espero que ese estúpido que es tan aburrido no interfiera otra vez. No sirve para nada.
-¿A quién te referís?
-Al primero de todos. Al de cabello negro.
Teras se llevó una mano a la frente. Parecía que le dolía la cabeza. Su cabello se volvió negro. Miró a su alrededor cuando volvió a la normalidad. Respiraba agitadamente.
-¡No! No otra vez. Díganme que no lastimé a nadie.
-Sólo mataste a un alien.
Martín enseñó su radar.
-Vamos a seguir buscando.
-Antes que nada tenemos que aclarar esto-dijo Alex-. Bien.-Se dirigió a Teras-. ¿Qué te pasó recién? Explícate.
-Les pido perdón. Debí decírselos antes. Tengo un problema. Estoy teniendo tratamiento psicológico. Sufro un trastorno de personalidad múltiple. Puede ser peligroso. Algunas no hacen daño. Sólo cuídense del de cabello gris.
-Está bien.
Siguieron avanzando guiándose con el radar.
Hirano se acercó a Alex para hablar con él.
-¿Qué opinás del nuevo?-preguntó.
-¿De cuál de todos?
-Del más... llamativo.
-Mientras sirva para matar aliens no me importa si está loco.
-Es peligroso. Va a meternos en problemas. Deberíamos deshacernos de él.
El gantzer de las rastas miró a su compañero con el ceño fruncido. No le había gustado nada lo que el otro había dicho.
-¿Qué mierda estás sugiriendo?
-No. Nada.
-La próxima vez que digas algo así vas a morir y no a manos de algún alien.
El grupo liderado por Sunshiro Kimaru se encontró con un esqueleto. Era diferente a los demás. Llevaba una capa negra con capucha y estaba armado con una guadaña. Sus huesos eran blancos. Era una parca.
Ya estaban alejados del centro comercial. Alrededor sólo había algunas casas. La gente en ese vecindario ni se hubiera imaginado que una criatura desconocida rondaba por ahí.
Los gantzers lo observaron.
-Debe ser pariente del tipo que se fue con el otro grupo-dijo riéndose Manza-. Ese Shred. La capucha lo delata.
-¡Cuidado!
El esqueleto de se movió a gran velocidad. Atacó con su guadaña. Logró herir a algunos con el filo de esa arma. No pensaba detenerse. Persiguió a unos y a otros para atacarlos.
Sunshiro fue quien lo detuvo. Se cubrió con su katana.
-¡Te voy a hacer mierda!
El alien explotó frente a él, manchándolo con su sangre.
Al sentir ese líquido sobre él y su olor. Sintió unas tremendas ganas de vomitar.
-Menos mal que no estaba cerca-dijo Hack.
-¿Quién fue el hijo de puta que le disparó?-preguntó Sunshiro.
-Fui yo-respondió Manza enseñando su x-rifle-. Aproveché que estaba distraido.
-¡Estúpido! ¡Podrías haberme dado a mí!
-¡Apunté bien!
Guardaron silencio cuando la oscuridad cubrió todo de repente. Un corte de energía eléctrica había oscurecido la ciudad.
-¡Mierda! ¡Ahora esto! ¿Qué más puede pasar?
-¡Deja de quejarte!-le gritó Gibiky a su compañero-. Hack, ¿hay más tipos raros que tengamos que matar?
-Sí-respondió la chica mientras observaba su radar-. Hay cinco más que están cerca. Deberíamos poder verlos.
Escucharon unos pasos. Todos reaccionaron. Vieron llegar al otro grupo.
-¿Cómo les fue?-preguntó Alex-. Nosotros matamos tres.
-Encontramos a uno-dijo Sunshiro-. Ya está muerto. El idiota de bigote lo mató.
-Figuran cinco más, pero no parece que estén por aquí-dijo Teras mientras miraba su radar.
-Deben estar más arriba-intervino Cherry-. En los techos.
-El tipo del traje gigante no apareció más-comentó Shred.
-Suele perderse.
La mayoría subió al techo de una casa cercana dando un salto.
Sólo los nuevos dudaron. Ellos desconocían las bondades de llevar el traje especial que provenía de la esfera.
Teras fue el último.
-Entonces fue gracias al traje que pude resistir la fuerza del esqueleto que intentó matarme.
Encontraron los objetivos.
Esqueletos con huesos blancos. Dos en el techo de la casa en el que estaban los gantzers. Dos más en el techo de la casa de al lado. Uno más en la terraza de un edificio que estaba lejos.
Gibiky eliminó al que estaba lejos disparándole con su x-rifle.
Los que estaban cerca no dieron mayores problemas.
Solo el último dio un gran susto.
Martín fue herido gravemente por uno de esos aliens.
El alien atravesó su pecho con su mano de huesos. Finalmente fue eliminado por Manza.
El gantzer de anteojos cayó. Su sangre brotó en grandes cantidades de esa herida mortal.
-¡Espero que sea el último!-gritó Alex-. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Transferencia!
Fueron transferidos.
Las personas pasaban ignorando completamente al joven de cabello largo que vestía una extraño traje negro y llevaba un extraño rifle. Un hombre hasta chocó con él.
-¡Maldición! ¡Fíjese por donde va!
No se veía nada ni nadie extraño en los alrededores. Eso lo tranquilizaba.
-Por suerte la gente ni me mira. Hay que tenerlos bien puestos para ir caminando con algo así puesto. Por algo nunca fui un cosplayer.
Los otros fueron llegando.
Nishi llamó la atención de Teras, Manza y Shred. El inmenso traje que llevaba aquel gantzer era sorprendente. Era mucho más grande que el de los demás y lo cubría por completo. Tenía unos enormes brazos.
-Atentos-habló Alex King-. Dividámonos en grupos.
Fue ordenando un líder para cada grupo y los miembros que lo conformarían.
-Los nuevos, Link, Martín, Hirano. Ustedes vendrán conmigo. Nishi... Bueno. Supongo que con su traje puede arreglárselas bien solo.
-¿Qué crees que estas haciendo, viejo?-preguntó Sunshiro al líder del grupo-. Cargándote a todos los nuevos solo vas a lograr que te maten. Pásanos uno a nosotros.
-Está bien. Ve con ellos, Manza. Que Cherry venga con nosotros. Estén atentos al radar. No salgan de la zona permitida. No quiero que a alguien le vuele la cabeza.
-Me resulta extraño que no le llamemos la atención a ninguna persona-dijo Shred.
-Porque nadie puede vernos-explicó Link-. Al menos no ninguna persona normal. Si llegas a notar que alguien que no sea un objetivo te ve vuélale la cabeza.
-¿Qué?-exclamó sorprendido Teras-. ¿Por qué?
-Por los vampiros-intervino Martín.
-¿Vampiros?
-¡No hay tiempo para esas cosas!-dijo Nishi-. Busquemos a los objetivos.
Nadie quería hacer enojar al tipo del super traje.
Se dividieron.
El grupo de Alex King se dirigió hacia un área en que figuraban tres objetivos guiándose con el radar.
-Así que para eso sirve-dijo Teras mirando al aparato que tenía entre manos su líder.
-También sirve para volverse invisible. ¿Tienes uno?
-Sí. Tomé uno. Por las dudas.
-Úsalo bien.
-¡Los encontré!-gritó Hirano.
Los vieron. Eran tres esqueletos. Sus huesos eran de color verde fosforescente. Se encontraban en una esquina. Al ver a los gantzers se dirigieron hacia la calle. Se movían lentamente.
En ese momento no pasaba ningún auto.
-No parece que puedan darnos muchos problemas-dijo Cherry.
-No te confíes-recomendó Link-. Puede que estos sean
débiles, pero seguramente después va a aparecer alguno peor.
-Los que tienen el rifle disparen. No vamos a acercarnos. No hay que correr riesgos.
Teras, Shred y Martín apuntaron cada uno a un objetivo diferente.
Los esqueletos se detuvieron en medio de la calle. Inmediatamente después se movieron a una velocidad sorprendente.
Cuando los gantzers reaccionaron ya estaban frente a ellos.
Quienes empuñaban los rifles fueron golpeados por esos aliens. Salieron despedidos.
Alex intentó cortar con la katana a uno de ellos.
Link disparó con su x-gun.
Hirano intentó atrapar a otro con la y-gun.
Todos fallaron.
Los objetivos se movían muy rápido.
Los rodearon. Se posicionaron alrededor de ellos.
-Son muy veloces-dijo Shred.
-¡No me digas!-exclamó Teras-. ¡Claro que son veloces! ¡Son esqueletos! ¡No pesan nada!
-Mantengan la calma-dijo Alex King-. Esto ni se compara con la misión de las ranas. Eso sí que fue jodido.
-¿Te escuché decir ranas?-preguntó el sorprendido Shred.
-No es una larga historia, pero ahora no podemos hablar de eso-intervino Hirano.
-¡Vienen!-advirtió Martín.
Activación de traje.
Alex detuvo al esqueleto que lo atacó agarrandolo del brazo.
-Llegó la noche.
Le dirigió unas palabras aquel extraño ser.
-Llegó tu muerte-le respondió el líder de aquel grupo antes de cortarlo con la katana que llevaba en su mano derecha.
Un apestoso líquido verde manchó el suelo y el traje del gantzer.
Los restos de ese alien quedaron tirados en el suelo.
Shred eliminó a otro disparándole con su x-rifle.
El último de ellos agarró del cuello a Teras. Se fue corriendo. Se lo llevó con él.
-No lo alcanzaremos-dijo Cherry-. Está perdido.
-Eso no lo sabemos-aseguró Martín-. Tal vez el pelilargo resista. ¡Vamos!
El esqueleto se detuvo cuando estuvo lejos del grupo. Puso sus manos sobre el cuello del gantzer. Empezó a asfixiarlo.
-Llegó la noche-decía el alien.
Activación de traje.
Teras trató de quitarse de encima a ese terrible enemigo. Al menos logró quitarse esas manos de hueso del cuello. Sintió un gran alivio al sentir el aire en sus pulmones una vez más.
-¡Maldito!
Los demás llegaron.
-No podemos dispararle-señaló Link-. Podríamos matar a ese tipo.
El esqueleto no se daba por vencido.
-¿Crees que vas a matarme? ¡Estúpido! Ningún alien ridículo como tu puede matarme. ¡Yo soy Teras!
El cabello de ese gantzer se volvió gris.
Utilizó toda la fuerza que el traje podía darle para quitarse de encima al alien.
-¡Inténtalo una vez más, novato!
Los demás se sorprendieron por el repentino cambio de su compañero. No parecía la misma persona.
Se le acercaron.
-¿Estás bien?-le preguntó Alex.
-Sí. Necesito un arma.
El líder le cedió su katana. Se defendería con la x-gun que llevaba.
-Yo me encargo de él.
-¡No ataques solo!-gritó Martín.
Teras se fue corriendo hacia su objetivo. Sonrió de forma maliciosa. Activó el radar.
-¡Intenta derribarme una vez más! ¡Vamos!
El esqueleto pareció sorprendido por la desaparición de su enemigo. Murió cuando el gantzer apareció detrás de él y lo cortó con la katana.
-¿Ese tipo estará bien?-se preguntó Cherry-. ¿Por qué su cabello cambió de color?
Después de destruir al alien se reunió con sus compañeros.
Todos miraron a aquel joven de cabello gris.
-¿Todo en orden?-preguntó Alex.
-Sí. Todo en orden. Esta situación me agrada. No puedo matar personas. No. Porque eso está mal. Pero supongo que a nadie le molestará que maté a estas cosas raras que ni sabemos de donde salieron, ¿no? Es perfecto. Espero que ese estúpido que es tan aburrido no interfiera otra vez. No sirve para nada.
-¿A quién te referís?
-Al primero de todos. Al de cabello negro.
Teras se llevó una mano a la frente. Parecía que le dolía la cabeza. Su cabello se volvió negro. Miró a su alrededor cuando volvió a la normalidad. Respiraba agitadamente.
-¡No! No otra vez. Díganme que no lastimé a nadie.
-Sólo mataste a un alien.
Martín enseñó su radar.
-Vamos a seguir buscando.
-Antes que nada tenemos que aclarar esto-dijo Alex-. Bien.-Se dirigió a Teras-. ¿Qué te pasó recién? Explícate.
-Les pido perdón. Debí decírselos antes. Tengo un problema. Estoy teniendo tratamiento psicológico. Sufro un trastorno de personalidad múltiple. Puede ser peligroso. Algunas no hacen daño. Sólo cuídense del de cabello gris.
-Está bien.
Siguieron avanzando guiándose con el radar.
Hirano se acercó a Alex para hablar con él.
-¿Qué opinás del nuevo?-preguntó.
-¿De cuál de todos?
-Del más... llamativo.
-Mientras sirva para matar aliens no me importa si está loco.
-Es peligroso. Va a meternos en problemas. Deberíamos deshacernos de él.
El gantzer de las rastas miró a su compañero con el ceño fruncido. No le había gustado nada lo que el otro había dicho.
-¿Qué mierda estás sugiriendo?
-No. Nada.
-La próxima vez que digas algo así vas a morir y no a manos de algún alien.
El grupo liderado por Sunshiro Kimaru se encontró con un esqueleto. Era diferente a los demás. Llevaba una capa negra con capucha y estaba armado con una guadaña. Sus huesos eran blancos. Era una parca.
Ya estaban alejados del centro comercial. Alrededor sólo había algunas casas. La gente en ese vecindario ni se hubiera imaginado que una criatura desconocida rondaba por ahí.
Los gantzers lo observaron.
-Debe ser pariente del tipo que se fue con el otro grupo-dijo riéndose Manza-. Ese Shred. La capucha lo delata.
-¡Cuidado!
El esqueleto de se movió a gran velocidad. Atacó con su guadaña. Logró herir a algunos con el filo de esa arma. No pensaba detenerse. Persiguió a unos y a otros para atacarlos.
Sunshiro fue quien lo detuvo. Se cubrió con su katana.
-¡Te voy a hacer mierda!
El alien explotó frente a él, manchándolo con su sangre.
Al sentir ese líquido sobre él y su olor. Sintió unas tremendas ganas de vomitar.
-Menos mal que no estaba cerca-dijo Hack.
-¿Quién fue el hijo de puta que le disparó?-preguntó Sunshiro.
-Fui yo-respondió Manza enseñando su x-rifle-. Aproveché que estaba distraido.
-¡Estúpido! ¡Podrías haberme dado a mí!
-¡Apunté bien!
Guardaron silencio cuando la oscuridad cubrió todo de repente. Un corte de energía eléctrica había oscurecido la ciudad.
-¡Mierda! ¡Ahora esto! ¿Qué más puede pasar?
-¡Deja de quejarte!-le gritó Gibiky a su compañero-. Hack, ¿hay más tipos raros que tengamos que matar?
-Sí-respondió la chica mientras observaba su radar-. Hay cinco más que están cerca. Deberíamos poder verlos.
Escucharon unos pasos. Todos reaccionaron. Vieron llegar al otro grupo.
-¿Cómo les fue?-preguntó Alex-. Nosotros matamos tres.
-Encontramos a uno-dijo Sunshiro-. Ya está muerto. El idiota de bigote lo mató.
-Figuran cinco más, pero no parece que estén por aquí-dijo Teras mientras miraba su radar.
-Deben estar más arriba-intervino Cherry-. En los techos.
-El tipo del traje gigante no apareció más-comentó Shred.
-Suele perderse.
La mayoría subió al techo de una casa cercana dando un salto.
Sólo los nuevos dudaron. Ellos desconocían las bondades de llevar el traje especial que provenía de la esfera.
Teras fue el último.
-Entonces fue gracias al traje que pude resistir la fuerza del esqueleto que intentó matarme.
Encontraron los objetivos.
Esqueletos con huesos blancos. Dos en el techo de la casa en el que estaban los gantzers. Dos más en el techo de la casa de al lado. Uno más en la terraza de un edificio que estaba lejos.
Gibiky eliminó al que estaba lejos disparándole con su x-rifle.
Los que estaban cerca no dieron mayores problemas.
Solo el último dio un gran susto.
Martín fue herido gravemente por uno de esos aliens.
El alien atravesó su pecho con su mano de huesos. Finalmente fue eliminado por Manza.
El gantzer de anteojos cayó. Su sangre brotó en grandes cantidades de esa herida mortal.
-¡Espero que sea el último!-gritó Alex-. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Transferencia!
Fueron transferidos.
Última edición por Teras el Sáb Oct 15, 2011 11:53 am, editado 2 veces (Razón : No es asunto tuyo, gantz.)