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    Escenario para tres. Parte 23: Enemigo público.

    Teras
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    Escenario para tres. Parte 23: Enemigo público. Novato_3


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    Mensaje  Teras Jue Mar 15, 2012 1:24 pm

    Alem apareció en una de las habitaciones de su casa ubicada en el pueblo de Atalaya. Salió y buscó a su aprendiz, a quien finalmente encontró en el patio de su propiedad.

    El joven estaba sentado sobre una silla con un vaso lleno de jugo en la mano derecha. Bebió un poco y luego miró al recién llegado.

    El clima estaba totalmente diferente al día anterior.

    Las tormentas terminaron.

    Las nubes se fueron para dejar libre al sol.

    -Disculpame Isma. Ayer no pude venir porque tenía cosas que hacer.

    -No tenés que disculparte. Gracias a vos al menos tengo un lugar para refugiarme.

    -Creo que no deberías salir. Ahora ya no podés permitir que la gente te vea. Sos un fugitivo.

    -No te preocupes. La policía nunca podría capturarme.

    -No es eso lo que me preocupa. Esta casa está a mi nombre. Si llegan a descubrir que estoy ocultando a un prófugo voy a tener serios problemas. Hay que tomar muchas precauciones.

    -Entonces ya no puedo salir. Ni siquiera para estar un momento en el patio y sentir los rayos del sol. Me va a costar acostumbrarme a eso.

    -Yo me voy a encargar de traerte todo lo que necesites. Incluso lo que necesites para entretenerte. Pedí lo que quieras. No hay ningún...

    Alem interrumpió lo que iba a decir. Unos segundos después prosiguió.

    -Bueno. Hay sólo una cosa que no podría traerte.

    -¿Qué?

    -Pornografía. Nunca me animé a comprar.

    El mecánico platense se rió.

    Ismael se sonrojó. Frunció el ceño.

    -¿Dijiste que nunca te animaste a comprar? Eso significa que pensaste en hacerlo, ¿no? Qué decepción. Nunca pensé que fueras esa clase de hombre.

    -¡Hey! No seas tan severo. Fue hace mucho tiempo. A todos nos dan ganas de conocer detalladamente el método por el cual llegan al mundo los bebés, ¿no?

    -Mejor cambiemos de tema.

    -Sí, mejor.

    -Alem, no quiero ser una carga. Tenés una familia que mantener. Ya voy a pensar en algo.

    -¿Y qué pensás hacer? ¿Robar comida o alguna otra tontería? No te preocupes por los costos. El Eje oculto se encargará de pagas cualquier cosa. El dinero no saldrá de mi bolsillo. ¡Aprovechá para pedir cualquier cosa! ¿Viste en algún lado esa nueva consola de videojuegos? No recuerdo como se llama. Ahora le ponen cada nombre raro a esas cosas. ¡Podrías pedir una! Y después podrías invitarme a jugar.

    -Los videojuegos son lo que menos me importa en este momento. ¿Alguna otra precaución?

    -Sí. Ya no podés utilizar tu celular. Si lo hicieras podrían rastrearte. Vas a recibir otro celular, pero sólo podrás comunicarte conmigo si hay alguna emergencia.

    Ismael bebió todo el jugo que quedaba en su vaso.

    -¿Cómo te fue esta vez?-preguntó Alem-. ¿Te costó lidiar con Janos?

    -Sí, pero esta vez pude defenderme mucho mejor. Pasó algo que no esperaba.

    -¿En serio? Contame qué pasó.

    -Durante el combate Janos se puso pálido y se cubrió el pecho con una mano. Vomitó sangre y un líquido negro.

    -Y no lo atacaste. Dudé. Y cuando me decidí a hacerlo fue demasiado tarde.

    -No tuviste contacto con ese líquido negro, ¿no?

    -No. ¿Por qué lo preguntás?

    -Porque podría tener alguna enfermedad contagiosa. Existen enfermedades terribles que sólo sufren los humanos con el máximo potencial.

    -¿Qué tan terribles son?

    -Todas son mortales y no tienen cura. Pero sólo algunas son contagiosas. Ese tal Janos va camino a la tumba. Eso es seguro.

    -¿Cómo se llama la enfermedad que tiene?

    -No lo sé. No tengo muchos conocimientos sobre esas enfermedades.

    -Ahora me siento peor, Alem. No soy capaz de ganarle a un maldito enfermo terminal. Me pregunto cuanto tiempo le quedará.

    -Tal vez ni él mismo sepa cuanto tiempo le queda.

    Ismael estaba confundido. No entendía por qué no se alegraba por saber que su terrible enemigo padecía una enfermedad mortal y podía morir en cualquier momento. No era capaz de desear que muriera lo más pronto posible para que el enfrentamiento definitivo no se realizara.

    -Hoy hablaron sobre lo que pasó en ese colegio en varios noticieros-dijo Alem.

    -Sí. Ahora muchas personas saben lo que pasó y creen que soy un criminal. Y lo peor es que esto nunca se va a solucionar de alguna manera. Nunca podré volver a casa.

    -¡No digas eso! El Eje oculto va a encargarse de solucionar este problema. Y no lo digo sólo para hacerte sentir mejor. Es la pura verdad.



    Jueves 16 de agosto del años 2.012.







    Marina esperaba a que empezara la primera clase junto con sus compañeros. Ella había cambiado de lugar. Ahora estaba sentada cerca de Edgar y Sara, que ocupaban la mesa que estaba delante de la suya.

    En ese momento la chica que se sentaba en su misma mesa no estaba.

    Miró por la ventana y suspiró.

    Pensaba en Ismael Andes. Lo extrañaba mucho y estaba muy preocupada por él. Sus sentimientos no le permitían quitarlo de su mente en ningún momento. Sentía mucho dolor porque lo necesitaba. No podía estar tranquila sin tenerlo a su lado.

    Estaba muy enojada con Janos Etna. Odiaba al cruel hombre de cabello blanco que la había separado del joven al que consideraba su alma gemela.

    Edgar y Sara voltearon para ver a su amiga.

    -Ya sé qué quieren saber-dijo Marina-. No estoy muy bien. Extraño mucho a Isma.

    -Todos nos sentimos mal por lo mismo-afirmó Edgar-. A ninguno le agrada saber que quieren ponerlo tras las rejas. Él nos salvó. Y eso no es lo peor. Por alguna razón los medios no dejan atrás el asunto y no te permiten dejar de pensar en eso. Primero dijeron que era el autor intelectual, y ahora dicen que él es el asesino.

    -Eso no es todo-dijo Sara-. Se ve que ninguno de los dos se enteró de la última novedad. Ahora todo aquel que vea a Isma va a tratar de cazarlo como a un animal. La situación empeoró.

    -¿Por qué la gente haría eso?-preguntó Marina-. Todos saben muy bien que la policía debe encargarse de ese tipo de cosas.

    -Tiene razón.

    -Creo que decidieron romper unas cuantas reglas con tal de atrapar a Isma-dijo Sara-. Ahora les voy a decir lo que sé.







    Alem se sentó sobre una de las sillas del comedor de su casa en el pueblo Atalaya. Su aprendiz no estaba en la casa. Se preguntaba donde podía estar.

    Sobre la mesa había cinco diarios de diferentes editoriales.

    -Estuvo saliendo a pesar de que le dije que no lo hiciera.

    El mecánico platense vio los títulos de los diferentes diarios.

    En todos se mencionaba que cualquiera podía ganar cien mil pesos si lograba capturar o matar a un joven de diecisiete años que tenía una cicatriz en la mejilla derecha.

    El enemigo público Ismael Andes apareció en el comedor.

    -Creo que me debés una buena explicación-dijo Alem.

    El joven ignoró lo que dijo su maestro. Se acercó a la mesa y empezó a golpearla con sus puños. Estaba enfurecido.

    -¡Malditos! ¡Malditos! ¡Espero que se pudran en el infierno! Son unos hijos de...

    -¡Hey! ¡Hey! ¡No golpees mi mesa! ¿Qué sucedió?

    -Fui a Capital Federal para comprar algunos libros y tuve que volver porque la gente que me vio intentó hacerme daño. La ciudad entera está empapelada con volantes que tienen una foto, mi nombre, y anuncian que cualquiera que me atrae a me mate será recompensado.

    -¿En serio?

    -Sí. Traje uno para mostrártelo.

    Ismael sacó un trozo de papel que estaba doblado de uno de los bolsillos de su pantalón y se lo entregó a su maestro.

    Alem leyó lo que decía en el volante.

    -El joven de la foto se llama Ismael Andes. Mató a siete personas el día miércoles quince de agosto en un colegio de educación secundaria superior ubicado en la localidad de Ezpeleta, en el distrito de Quilmes. El gobierno de la nación argentina considera que es un peligro para las personas en general. Por ese motivo se ha tomado la decisión de ofrecer cien mil pesos a cualquiera que logre capturarlo o matarlo. Entre todos podremos lograr que Argentina sea un país más seguro.

    Dejó el volante sobre la mesa después de terminar de leerlo.

    -Nunca pensé que podrían llegar a hacer esto.

    -¡Maldición!-gritó Ismael-. ¿Cómo se atreven? Existen leyes que deben respetar, y aún así los perros del gobierno le pusieron un precio a mi libertad y a mi vida. Eso es inaceptable. Lo peor es que allá afuera hay muchas personas que no piensan en lo indignante que es esta situación. Sólo piensan en cazarme para obtener la maldita recompensa. ¡Todo es culpa de ese estúpido Janos! ¿Por qué a él nadie lo persigue? Yo tengo que estar encerrado y él debe caminar por la calle sin preocuparse por nada.

    -Creo saber por qué se atrevieron a llegar a tal extremo.

    -Bien. ¿Por qué creés que lo hicieron?

    -Porque debe haber entrado en acción la organización gubernamental que se encarga de lidiar con gente que tiene el máximo potencial. Sus miembros no son nada piadosos. Si llegan a localizarte van a hacer todo lo posible para eliminarte. Ahora Janos ya no es tu único problema.

    -No importa. Estoy dispuesto a enfrentar a cualquiera que se presente.

    -Aceptalo Isma. Ya no podés salir de este lugar por ningún motivo. Y si llegas a atreverte a salir llevá tu espada sin importar adonde vayas.

    -Creo que ya sé qué puedo hacer con el poder para cumplir un deseo.

    -¿En serio?-preguntó Alem-. ¿Qué se te ocurrió?

    -Voy a pedir que todos se olviden completamente de lo que sucedió el quince de agosto.







    Amanda Acevedo fue corriendo a su habitación y cerró la puerta. Unas lágrimas corrían por sus mejillas.

    Un llanto causado por su dolor y su furia.

    -¡Están todos equivocados! ¡Yo conozco muy bien a Isma, mamá! ¡Él no es un delincuente!

    Vio la hora en su celular. Eran las 11:38 Pm.

    La chica ya tenía sueño. Se puso su pijama, apagó su celular y se acostó en su cama.

    Siguió llorando abrazada a su almohada.

    -Te quiero, Isma. Te extraño mucho. Sé que no serías capaz de cometer un error tan grande. Yo confío en vos.



    Martes 4 de septiembre del año 2.012.



    Todos deseando atrapar al terrible forajido Ismael Andes. La gran recompensa aguarda a quien lo atrape

    Los saluda el sr. Teras. Very Happy
    Anonymous
    Invitado
    Invitado


    Escenario para tres. Parte 23: Enemigo público. Empty Re: Escenario para tres. Parte 23: Enemigo público.

    Mensaje  Invitado Jue Mar 15, 2012 9:51 pm

    Che varios errores de ortografia.....

    Emhhh se escapo...el volante sonaba medio trucho xD.....

      Fecha y hora actual: Jue Mayo 02, 2024 5:02 am