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Entre una multitud confundida, solo uno es capáz de sentir peligro. La falta de confianza es el mejor aliado de Sakuragi... un hombre que hace lo que le dicte su mente, sin tener vergüenza alguna.
Es una noche misteriosa que alberga almas desequilibradas a la realidad consciente. Solo dos conocen el peligro que se avecina, pero aún así, el futuro puede ser incierto en muchos aspectos.
-Bien, parece que estamos afuera... no sé ustedes, pero quiero irme a mi casa-. Concluyó Ishigo.
-Sí, yo te sigo-.Habló Ikawa.
La mayoria no dijo nada más cuando comenzaron a caminar rumbo a sus casas. Sin embargo, una voz llama a la concordancia.
-Esperen, no se vallan. Como dije, esto no es normal... creo que debemos quedarnos y averiguar bien sobre esto-.Acometió el hombre fornido, Sakuragi.
-Oye, lo que se debe hacer, es marcharnos. No veo tu sentido de la palabra-. Interrumpió casi de inmediato Rika.
-No lo sé... si quieren, váyanse de aquí, por lo que yo, me quedaré-.Afirmó Sakuragui, levantando un poco la voz.
-Yo me quedaré a ver qué pasa también-.Afirmó convencido Ikawa.
Solo dos vidas que encaran este gran misterio... Los demás, las 2 mujeres y aquel hombre joven, se fueron sin mirar atrás.
Pasaron los minutos. Aquellos dos hombres, recordaron que antes de la transferencia, la esfera mostró un tiempo de 60 minutos. Llegaron a la suposición que en ese tiempo todo debía acabar.
-Bueno, creo que hasta aquí llegó todo Sakuragi, nada ha aparecido.
-Supongo que tienes razón Ikawa-.Habló mientras Sakuragi se daba la vuelta para irse.
En ese momento, se siente un gran estruendo, y desde unos metros, se puede visualizar una especie de rana gigante...
-¡Mierda!... ¡Esa cosa mide por lo menos 7 metros!.-Gritaba Ikawa.
Sakuragi miraba con asombro, y terror. Este ser se acercaba más y más por medio a grandes saltos. Esta especie de rana era de un color rojizo claro, en su espalda tenía ampollas, y consta de tres ojos en el rostro.
-¡Corre!-.Gritó Sakuragi.
Los dos hombres corrían por aquellas calles. Mientras que la rana gigante, iba tras ellos a unos saltos que equivalían a una velocidad extraordinaria. A pesar de haber corrido mucho, la rana los alcanza y los enviste lanzando a los dos muy lejos.
La rana alarga su lengua y de un velóz ataque con su lengua, agarra a Ikawa y se lo lleva hasta la boca.
Sakuragi queda horrorizado. Nunca en su vida, había tenido el miedo que sentía en ese momento. Recordaba, cuando su padre, un adicto a la guerra, desde pequeño le obligo a entrenar y a forjarse... Sakuragi, desde temprana edad, era muy valiente, hasta ese momento, pudo darse cuenta que por dentro era un bebé llorando.
La gigantesca rana se acercaba más a Sakuragi... este estaba en el suelo, pálido.
La gran rana se prepara para hacer un movimiento de ataque, cuando un hombre salta desde arriba y aniquila a la rana cortándole la cabeza con una especie de espada. Este, era el hombre que llevaba solo 1 año más que Mafuyu...
-¿Estás bien?-.Pregunta Ioh mientras voltea a mirar a Sakuragi.
-S-sí... gracias...
-Bien, escucha, esto es difícil para tí, o sé... pero si no sacas ese asesino que llevas dentro, que sé que lo tienes, estas cosas nos matarás, porque son muchas.
Sakuragi, recuerda una vez más su preparación que implemento su padre en él... Sakuragi, cambió su cara, y se puso de pie mientras sacaba una benda color roja que traía en su bolsillo, lentamente se la amarra en la cabeza diciendo:
-Estoy listo para lo que sea.
Mientras tanto, las calles se tiñen de sangre, según parece, las ranas también estaban atacando transeúntes del lugar.
Ioh no descansa hasta exterminar a una vasta cantidad de ranas. Pero, se da cuenta que Sakuragi lo sigue muy de cerca. Las habilidades de combate de Sakuragi dejan casi boca abiertas a Ioh.
De pronto, en el transcurso de estos dos gansters, se encuentran a Mafuyu por el camino. Mafuyu, solo parecía reaccionar ante Ioh, ya que con él demostraba un tanto más de respeto.
-Parece que te sivió ponerte el traje-.Habló Mafuyu, mientras se limpiaba la sangre de la cara.
-Sí, pero fué por mi cuenta hacerlo... ya que ustedes sabían de esto y no dijieron nada-.Contestó Sakuragi.
-Je, ¿Y crees que nos hubieran creido?.-Habla nuevamente Mfuyu.
-Bueno, yo...
-¿Ves?... tengo la razón.
Todas las ranas estaban aniquiladas. Llegó el momento de la transferencia. Los tres llegaron a la habitación, y luego, llegó el puma.
-Bien, el puma vive-.Se alegró Ioh al ver vivo al puma, este se agacha para acariciarle la cabeza al animal.
Sus puntajes:
Ioh-Chan
21 puntos. Llevas 30.
49 pts más y te largas, por cierto, nunca veo tus H-gun.
-Mmm... todo en su momento adecuado-.Remitió Ioh.
Pangui
9 puntos. Llevas 17.
83 puntos más y bye bye puma.
-Mantente así pangui (se refiere al sobrenombre del puma)-.Habló nuevamente Ioh.
-Ese animal no es una mascota-.Discutió el muchacho de 16 años Mafuyu.
Vietnamita
30 puntos. LLevas 0
70 más y largo ¡Qué guerrero!
-¿Ese soy yo?-.Habló Sakuragi al ver una caricatura de él.
Sádico n°1 (Se refiere obviamente a Mafuyu)
16 puntos. Llevas 54 puntos.
70 puntos más y ves lo que haces.
-Muy pronto sabré que sucede cuando se llega a lo máximo de puntajes.-Pensó Mafuyu.
Inmediatamente, esa noche, Sakuragi se ganó el reconocimiento de Ioh. Aquella velada, Sakuragi supo lo que debía saber.
Una agitada noche. Ya se han conocido cómo fueron los ingresos de dos personajes que ayudaron a Shiory a cumplir y entender su deseo. Sin embargo, aún falta una persona, que se mostrá para hacer cambiar una mentalidad en específico.
"Surgimiento que sale desde lo más bajo de la impureza... una preparación para afrontar un mundo inconciente lleno de ingratitud".
Entre una multitud confundida, solo uno es capáz de sentir peligro. La falta de confianza es el mejor aliado de Sakuragi... un hombre que hace lo que le dicte su mente, sin tener vergüenza alguna.
Es una noche misteriosa que alberga almas desequilibradas a la realidad consciente. Solo dos conocen el peligro que se avecina, pero aún así, el futuro puede ser incierto en muchos aspectos.
-Bien, parece que estamos afuera... no sé ustedes, pero quiero irme a mi casa-. Concluyó Ishigo.
-Sí, yo te sigo-.Habló Ikawa.
La mayoria no dijo nada más cuando comenzaron a caminar rumbo a sus casas. Sin embargo, una voz llama a la concordancia.
-Esperen, no se vallan. Como dije, esto no es normal... creo que debemos quedarnos y averiguar bien sobre esto-.Acometió el hombre fornido, Sakuragi.
-Oye, lo que se debe hacer, es marcharnos. No veo tu sentido de la palabra-. Interrumpió casi de inmediato Rika.
-No lo sé... si quieren, váyanse de aquí, por lo que yo, me quedaré-.Afirmó Sakuragui, levantando un poco la voz.
-Yo me quedaré a ver qué pasa también-.Afirmó convencido Ikawa.
Solo dos vidas que encaran este gran misterio... Los demás, las 2 mujeres y aquel hombre joven, se fueron sin mirar atrás.
Pasaron los minutos. Aquellos dos hombres, recordaron que antes de la transferencia, la esfera mostró un tiempo de 60 minutos. Llegaron a la suposición que en ese tiempo todo debía acabar.
-Bueno, creo que hasta aquí llegó todo Sakuragi, nada ha aparecido.
-Supongo que tienes razón Ikawa-.Habló mientras Sakuragi se daba la vuelta para irse.
En ese momento, se siente un gran estruendo, y desde unos metros, se puede visualizar una especie de rana gigante...
-¡Mierda!... ¡Esa cosa mide por lo menos 7 metros!.-Gritaba Ikawa.
Sakuragi miraba con asombro, y terror. Este ser se acercaba más y más por medio a grandes saltos. Esta especie de rana era de un color rojizo claro, en su espalda tenía ampollas, y consta de tres ojos en el rostro.
-¡Corre!-.Gritó Sakuragi.
Los dos hombres corrían por aquellas calles. Mientras que la rana gigante, iba tras ellos a unos saltos que equivalían a una velocidad extraordinaria. A pesar de haber corrido mucho, la rana los alcanza y los enviste lanzando a los dos muy lejos.
La rana alarga su lengua y de un velóz ataque con su lengua, agarra a Ikawa y se lo lleva hasta la boca.
Sakuragi queda horrorizado. Nunca en su vida, había tenido el miedo que sentía en ese momento. Recordaba, cuando su padre, un adicto a la guerra, desde pequeño le obligo a entrenar y a forjarse... Sakuragi, desde temprana edad, era muy valiente, hasta ese momento, pudo darse cuenta que por dentro era un bebé llorando.
La gigantesca rana se acercaba más a Sakuragi... este estaba en el suelo, pálido.
La gran rana se prepara para hacer un movimiento de ataque, cuando un hombre salta desde arriba y aniquila a la rana cortándole la cabeza con una especie de espada. Este, era el hombre que llevaba solo 1 año más que Mafuyu...
-¿Estás bien?-.Pregunta Ioh mientras voltea a mirar a Sakuragi.
-S-sí... gracias...
-Bien, escucha, esto es difícil para tí, o sé... pero si no sacas ese asesino que llevas dentro, que sé que lo tienes, estas cosas nos matarás, porque son muchas.
Sakuragi, recuerda una vez más su preparación que implemento su padre en él... Sakuragi, cambió su cara, y se puso de pie mientras sacaba una benda color roja que traía en su bolsillo, lentamente se la amarra en la cabeza diciendo:
-Estoy listo para lo que sea.
Mientras tanto, las calles se tiñen de sangre, según parece, las ranas también estaban atacando transeúntes del lugar.
Ioh no descansa hasta exterminar a una vasta cantidad de ranas. Pero, se da cuenta que Sakuragi lo sigue muy de cerca. Las habilidades de combate de Sakuragi dejan casi boca abiertas a Ioh.
De pronto, en el transcurso de estos dos gansters, se encuentran a Mafuyu por el camino. Mafuyu, solo parecía reaccionar ante Ioh, ya que con él demostraba un tanto más de respeto.
-Parece que te sivió ponerte el traje-.Habló Mafuyu, mientras se limpiaba la sangre de la cara.
-Sí, pero fué por mi cuenta hacerlo... ya que ustedes sabían de esto y no dijieron nada-.Contestó Sakuragi.
-Je, ¿Y crees que nos hubieran creido?.-Habla nuevamente Mfuyu.
-Bueno, yo...
-¿Ves?... tengo la razón.
Todas las ranas estaban aniquiladas. Llegó el momento de la transferencia. Los tres llegaron a la habitación, y luego, llegó el puma.
-Bien, el puma vive-.Se alegró Ioh al ver vivo al puma, este se agacha para acariciarle la cabeza al animal.
Sus puntajes:
Ioh-Chan
21 puntos. Llevas 30.
49 pts más y te largas, por cierto, nunca veo tus H-gun.
-Mmm... todo en su momento adecuado-.Remitió Ioh.
Pangui
9 puntos. Llevas 17.
83 puntos más y bye bye puma.
-Mantente así pangui (se refiere al sobrenombre del puma)-.Habló nuevamente Ioh.
-Ese animal no es una mascota-.Discutió el muchacho de 16 años Mafuyu.
Vietnamita
30 puntos. LLevas 0
70 más y largo ¡Qué guerrero!
-¿Ese soy yo?-.Habló Sakuragi al ver una caricatura de él.
Sádico n°1 (Se refiere obviamente a Mafuyu)
16 puntos. Llevas 54 puntos.
70 puntos más y ves lo que haces.
-Muy pronto sabré que sucede cuando se llega a lo máximo de puntajes.-Pensó Mafuyu.
Inmediatamente, esa noche, Sakuragi se ganó el reconocimiento de Ioh. Aquella velada, Sakuragi supo lo que debía saber.
Una agitada noche. Ya se han conocido cómo fueron los ingresos de dos personajes que ayudaron a Shiory a cumplir y entender su deseo. Sin embargo, aún falta una persona, que se mostrá para hacer cambiar una mentalidad en específico.
"Surgimiento que sale desde lo más bajo de la impureza... una preparación para afrontar un mundo inconciente lleno de ingratitud".
Última edición por lun@tiko el Mar Ene 24, 2012 4:12 am, editado 1 vez