Bueno, aquí dejo mi primer fic. Espero que les guste y que no les parezca tan pesado que sea tan largo...
Las llamas que se encontraban a mi alrededor empezaban a abrasarme, evaporando las pocas gotas de agua que aún quedaban sobre mi uniforme y mi cuerpo.
Aunque... No creo que debería empezar por aquí...
Mi nombre es Toshio, Mouri Toshio, y soy un chico de 18 años en su último años de la Preparatoria. No tengo ningún interés en ir a una Universidad de élite, con una normal me conformo para ser un Empresario común, así que con estudiar lo mínimo puedo entrar. Como veis, soy el típico estudiante sin ambiciones ni un proyecto de futuro envidiable, sino que soy un chico normal y corriente como otro cualquiera, el cual se quiere dejar llevar por el destino. Pero, al contrario de cualquier joven de mi edad, desde pequeño siempre he tenido un sueño: Llegar a ser un Superhéroe.
De pequeño me asombraban los héroes como los “Kamen Riders”, los cuales eran unos tipos normales que, de pronto, se topaban con un destino que les llevaba a salvar la humanidad de monstruos que venían a conquistar o a destruir la Tierra. Y, además, cada uno tenía un traje especial y distinto para cada uno que los caracterizaba, deseando yo tener algún días los poderes y algún traje chulo como alguno de ellos.
Pero mi vida siguió igual de monótona como siempre, no cambiando nada en ella y siendo igual de aburrida. Pero yo, en cambio, nunca perdí la esperanza de poder ser algún día un héroe que pudiese salvar a la humanidad de alguna invasión... Y, por desgracia, mi sueño se acabó haciendo realidad...
Un día, mientras volvía de la escuela para volver a mi casa a estudiar, por la calle vi como entre los edificios se veía una gran humareda negra se alzaba entre ellos
-¿Y eso?...-Me pregunté a mi mismo sorprendido mientras continuaba observando como el humo negro no paraba de ascender hacia arriba, decidiendo finalmente ir hasta su origen para ver lo que ocurría.
Entonces, lo vi. Vi como un edificio entero estaba envuelto en llamas, las cuales danzaban por libre mientras expulsaban una columna de un humo negro que subía hacia el cielo. La gente que se encontraba al rededor del edificio para ver el caluroso espectáculo cuchicheaban entre ellos sobre el motivo que habría producido aquel incendio, acercándome yo mientras tanto a ver como la gente hablaba mientras esperaba a los bomberos, los cuales no tardaría en llegar. Pero, de pronto, una mujer ya adulta se intentaba abrir paso entre la gente entre lloros y gritos, estando histérica por entrar dentro del edificio en llamas aunque la gente la sujetase para detenerla.
-¡Mi niña!-Gritaba la mujer entre lloros mientras extendía las manos, como si así pudiese llegar hasta la entrada del edificio-¡Mi niña está dentro! ¡En el cuarto piso!
No se que fue lo que me impulsó en aquel momento. Quizás el pensar que una niña pudiese morir en un incendio y no haber vivido su vida o aquel sentimiento de heroísmo que tanto había anhelado sentir durante todos aquellos años... No sabía porque, pero terminé por soltar mi mochila en el suelo, acercándome seguidamente hasta la mujer que lloraba sin parar en el suelo temblando al saber que no podía hacer nada.
-Tranquila, señora... Los bomberos llegarán pronto y rescatarán a su hija-Intentaba consolar un hombre ya mayor a la madre que veía que estaba a punto de perder a su hija, acariciando la espalda de esta para intentar tranquilizarla.
-Señora... No se preocupe...-Interrumpí entonces a aquel adulto mientras yo miraba serio a la mujer-Voy a ir a por su hija.
Entonces, sin esperar más, cogí uno de los cubos metálicos llenos de agua que un grupo de personas estaban llenando para intentar parar el fuego para que no se extendiese a más de aquel edificio, echándome acto seguido todo el agua helada por encima, mojándome por completo.
-¡Oye, chico!-Me detuvo un hombre obeso agarrándome del hombro-¡Deja de hacerte el héroe!
-No me hago el héroe...-Le interrumpí entonces, mirándole fijamente con el ceño levemente fruncido a la vez que apartaba su mano-¡Solo hago lo que cualquiera de ustedes debería hacer!
Sin esperar más, acabé entrando corriendo al edificio en llamas, perdiéndose así mi silueta entre las llamas y el humo negro que no paraba de salir.
Dentro del edificio todo tenía un color anaranjado, pudiendo ver a duras penas-ya que el calor del lugar me hacía ver borroso-como las paredes, árboles de decoración y las maderas del lugar ardían, creando chispas que no se paraban de oír allí dentro.
-Cof, cof-Tosía por culpa del humo, el cual me impedía respirar bien, mientras subía por las escaleras con prisa para encontrar cuanto antes a la pequeña, tapándome mientras tanto la nariz y boca con mi camiseta para respirar el mínimo de Dióxido de Carbono de aquel lugar.
Entonces, después de estar un rato buscando a la niña, notando ya como el calor de las llamas me hacía sudar y calcinaba mi uniforme de la escuela, terminé por escuchar unos leves sollozos de una niña que podría tener unos ocho años, abriendo acto seguido los ojos mientras miraba hacia todos lados para buscar de donde procedían aquellos lloros.
-¡Oye, pequeña!-Grité entonces destapándome la boca sin parar de mirar hacia todos lados-¡Di algo para que te encuentre!
-Ma... ¡Mamá!-Se escuchó de pronto un grito ahogado en lloros de aquella pequeña que quería volver a los brazos de su madre, corriendo entonces hacia donde procedía aquel grito para terminar viendo a aquella niña en un rincón del pasillo, abrazando a su conejo de peluche algo quemado por las orejas.
-Tranquila-Le dije sonriendo de forma leve mientras la cargaba entre mis brazos-Ahora voy a llevarte con mamá...
-Ni... Nii-san...-Dijo finalmente la pequeña sollozando aún levemente mientras se secaba las lágrimas, mirándome acto seguido impresionada-E... ¿Es usted un superheroe?...
-Bueno...-Reí acto seguido al escucharla, dirigiéndome hacia las escaleras para bajar de nuevo por ellas-Supongo que aún soy aprendiz de héroe...
Pero, de pronto, se escuchó un cristal rompiéndose, pudiéndose ver a un bombero rompiendo con el mango de su hacha una ventana.
-¡Oye, chico!-Me gritó al vernos a los dos en medio del pasillo en llamas-¡Corre, ven aquí!
Sin pensármelo dos veces, corrí hacia la ventana rota, pasando a la niña a los brazos del bombero para que la bajase con su madre.
Mientras la plataforma de la grúa del camión del bomberos bajaba con el hombre de Servicio Público y la niña, yo me quedé esperando en la ventana a que volviesen a subir a por mi para bajarme. Pero, de pronto, empecé a escuchar unos aplausos, los cuales, aumentaban cada vez más. Al parecer, todos iban destinados a mi, ya que todo el mundo me miraba impresionado y feliz por mi valiente acción de ir a salvar a la pequeña, sintiéndome bien conmigo mismo.
-Esto de ser un Héroe no está tan mal...-Me dije a mi mismo con una leve carcajada.
Pero, entonces, la catástrofe ocurrió en una milésima de segundo...
Mientras la plataforma subía una vez más para recogerme después de haber dejado a la niña entre los brazos de su madre, una nueva explosión se escuchó dentro del edificio por una fuga de gas que entró en contacto con las llamas o con alguna chispa de estas, dirigiéndose hacia mi aquella explosión a gran velocidad y lo único que pude hacer es cerrar los ojos y rezar.
Uno... Dos... Tres... Cuatro... Los segundos no paraban de seguir y no había notado nada. Así que, empezando a abrir los ojos lentamente para ver lo que había pasado, me encontré con una habitación de paredes blancas y con un suelo de parquet reluciente, no pareciéndose en nada al pasillo en llamas que me encontraba hacía un momento.
-¡Vaya, ya llegó uno!-Se escuchó de pronto detrás de mi, siendo la voz de una chica algo sorprendida.
Entonces, después de saber que allí había alguien detrás, me empecé a dar la vuelta algo sorprendido al no saber lo que había sucedido, encontrándome con tres personas y una gran Esfera negra detrás de ellos...
Continuación: http://www.gantzclub.net/t6667-brigada-internacional-mision-1-desde-el-punto-de-vista-de-toshio-parte-2
BRIGADA INTERNACIONAL - MISIÓN 1
CAPÍTULO 1: EL SUEÑO DE HACERSE UN SUPERHEROE
CAPÍTULO 1: EL SUEÑO DE HACERSE UN SUPERHEROE
Las llamas que se encontraban a mi alrededor empezaban a abrasarme, evaporando las pocas gotas de agua que aún quedaban sobre mi uniforme y mi cuerpo.
Aunque... No creo que debería empezar por aquí...
Mi nombre es Toshio, Mouri Toshio, y soy un chico de 18 años en su último años de la Preparatoria. No tengo ningún interés en ir a una Universidad de élite, con una normal me conformo para ser un Empresario común, así que con estudiar lo mínimo puedo entrar. Como veis, soy el típico estudiante sin ambiciones ni un proyecto de futuro envidiable, sino que soy un chico normal y corriente como otro cualquiera, el cual se quiere dejar llevar por el destino. Pero, al contrario de cualquier joven de mi edad, desde pequeño siempre he tenido un sueño: Llegar a ser un Superhéroe.
De pequeño me asombraban los héroes como los “Kamen Riders”, los cuales eran unos tipos normales que, de pronto, se topaban con un destino que les llevaba a salvar la humanidad de monstruos que venían a conquistar o a destruir la Tierra. Y, además, cada uno tenía un traje especial y distinto para cada uno que los caracterizaba, deseando yo tener algún días los poderes y algún traje chulo como alguno de ellos.
Pero mi vida siguió igual de monótona como siempre, no cambiando nada en ella y siendo igual de aburrida. Pero yo, en cambio, nunca perdí la esperanza de poder ser algún día un héroe que pudiese salvar a la humanidad de alguna invasión... Y, por desgracia, mi sueño se acabó haciendo realidad...
Un día, mientras volvía de la escuela para volver a mi casa a estudiar, por la calle vi como entre los edificios se veía una gran humareda negra se alzaba entre ellos
-¿Y eso?...-Me pregunté a mi mismo sorprendido mientras continuaba observando como el humo negro no paraba de ascender hacia arriba, decidiendo finalmente ir hasta su origen para ver lo que ocurría.
Entonces, lo vi. Vi como un edificio entero estaba envuelto en llamas, las cuales danzaban por libre mientras expulsaban una columna de un humo negro que subía hacia el cielo. La gente que se encontraba al rededor del edificio para ver el caluroso espectáculo cuchicheaban entre ellos sobre el motivo que habría producido aquel incendio, acercándome yo mientras tanto a ver como la gente hablaba mientras esperaba a los bomberos, los cuales no tardaría en llegar. Pero, de pronto, una mujer ya adulta se intentaba abrir paso entre la gente entre lloros y gritos, estando histérica por entrar dentro del edificio en llamas aunque la gente la sujetase para detenerla.
-¡Mi niña!-Gritaba la mujer entre lloros mientras extendía las manos, como si así pudiese llegar hasta la entrada del edificio-¡Mi niña está dentro! ¡En el cuarto piso!
No se que fue lo que me impulsó en aquel momento. Quizás el pensar que una niña pudiese morir en un incendio y no haber vivido su vida o aquel sentimiento de heroísmo que tanto había anhelado sentir durante todos aquellos años... No sabía porque, pero terminé por soltar mi mochila en el suelo, acercándome seguidamente hasta la mujer que lloraba sin parar en el suelo temblando al saber que no podía hacer nada.
-Tranquila, señora... Los bomberos llegarán pronto y rescatarán a su hija-Intentaba consolar un hombre ya mayor a la madre que veía que estaba a punto de perder a su hija, acariciando la espalda de esta para intentar tranquilizarla.
-Señora... No se preocupe...-Interrumpí entonces a aquel adulto mientras yo miraba serio a la mujer-Voy a ir a por su hija.
Entonces, sin esperar más, cogí uno de los cubos metálicos llenos de agua que un grupo de personas estaban llenando para intentar parar el fuego para que no se extendiese a más de aquel edificio, echándome acto seguido todo el agua helada por encima, mojándome por completo.
-¡Oye, chico!-Me detuvo un hombre obeso agarrándome del hombro-¡Deja de hacerte el héroe!
-No me hago el héroe...-Le interrumpí entonces, mirándole fijamente con el ceño levemente fruncido a la vez que apartaba su mano-¡Solo hago lo que cualquiera de ustedes debería hacer!
Sin esperar más, acabé entrando corriendo al edificio en llamas, perdiéndose así mi silueta entre las llamas y el humo negro que no paraba de salir.
Dentro del edificio todo tenía un color anaranjado, pudiendo ver a duras penas-ya que el calor del lugar me hacía ver borroso-como las paredes, árboles de decoración y las maderas del lugar ardían, creando chispas que no se paraban de oír allí dentro.
-Cof, cof-Tosía por culpa del humo, el cual me impedía respirar bien, mientras subía por las escaleras con prisa para encontrar cuanto antes a la pequeña, tapándome mientras tanto la nariz y boca con mi camiseta para respirar el mínimo de Dióxido de Carbono de aquel lugar.
Entonces, después de estar un rato buscando a la niña, notando ya como el calor de las llamas me hacía sudar y calcinaba mi uniforme de la escuela, terminé por escuchar unos leves sollozos de una niña que podría tener unos ocho años, abriendo acto seguido los ojos mientras miraba hacia todos lados para buscar de donde procedían aquellos lloros.
-¡Oye, pequeña!-Grité entonces destapándome la boca sin parar de mirar hacia todos lados-¡Di algo para que te encuentre!
-Ma... ¡Mamá!-Se escuchó de pronto un grito ahogado en lloros de aquella pequeña que quería volver a los brazos de su madre, corriendo entonces hacia donde procedía aquel grito para terminar viendo a aquella niña en un rincón del pasillo, abrazando a su conejo de peluche algo quemado por las orejas.
-Tranquila-Le dije sonriendo de forma leve mientras la cargaba entre mis brazos-Ahora voy a llevarte con mamá...
-Ni... Nii-san...-Dijo finalmente la pequeña sollozando aún levemente mientras se secaba las lágrimas, mirándome acto seguido impresionada-E... ¿Es usted un superheroe?...
-Bueno...-Reí acto seguido al escucharla, dirigiéndome hacia las escaleras para bajar de nuevo por ellas-Supongo que aún soy aprendiz de héroe...
Pero, de pronto, se escuchó un cristal rompiéndose, pudiéndose ver a un bombero rompiendo con el mango de su hacha una ventana.
-¡Oye, chico!-Me gritó al vernos a los dos en medio del pasillo en llamas-¡Corre, ven aquí!
Sin pensármelo dos veces, corrí hacia la ventana rota, pasando a la niña a los brazos del bombero para que la bajase con su madre.
Mientras la plataforma de la grúa del camión del bomberos bajaba con el hombre de Servicio Público y la niña, yo me quedé esperando en la ventana a que volviesen a subir a por mi para bajarme. Pero, de pronto, empecé a escuchar unos aplausos, los cuales, aumentaban cada vez más. Al parecer, todos iban destinados a mi, ya que todo el mundo me miraba impresionado y feliz por mi valiente acción de ir a salvar a la pequeña, sintiéndome bien conmigo mismo.
-Esto de ser un Héroe no está tan mal...-Me dije a mi mismo con una leve carcajada.
Pero, entonces, la catástrofe ocurrió en una milésima de segundo...
Mientras la plataforma subía una vez más para recogerme después de haber dejado a la niña entre los brazos de su madre, una nueva explosión se escuchó dentro del edificio por una fuga de gas que entró en contacto con las llamas o con alguna chispa de estas, dirigiéndose hacia mi aquella explosión a gran velocidad y lo único que pude hacer es cerrar los ojos y rezar.
Uno... Dos... Tres... Cuatro... Los segundos no paraban de seguir y no había notado nada. Así que, empezando a abrir los ojos lentamente para ver lo que había pasado, me encontré con una habitación de paredes blancas y con un suelo de parquet reluciente, no pareciéndose en nada al pasillo en llamas que me encontraba hacía un momento.
-¡Vaya, ya llegó uno!-Se escuchó de pronto detrás de mi, siendo la voz de una chica algo sorprendida.
Entonces, después de saber que allí había alguien detrás, me empecé a dar la vuelta algo sorprendido al no saber lo que había sucedido, encontrándome con tres personas y una gran Esfera negra detrás de ellos...
Continuará...
Continuación: http://www.gantzclub.net/t6667-brigada-internacional-mision-1-desde-el-punto-de-vista-de-toshio-parte-2