En realidad tuve q resumir mucho del texto... hay mas dialogo pensativo... y la historia es mucho mas larga... mucho mas de lo q presento aki... bien dice q es la parte 1 de la cronica septima... y son como 13 cronicas.... jejeje... aki les dejo algo pero en texto...
A&D: NIPSIS – CRÓNICAS PROHIBIDAS
.:Capítulo I –Silencio Parte I – Oscuridad Eterna:.
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Hijo de una pareja de prohibidos, Julius Edward BlackWyvern, vivía cerca de un asentamiento donde decenas de familias y personas que no poseían un hogar, aquellas que huían de la presión de las razas, y otras que en algún momento habían cometido crímenes se refugiaban.
Su padre había abandonado a su madre para unirse a las hordas, poco tiempo después había muerto sin llegar a conocer a su hijo. La situación en el asentamiento empeoraba con cada año que pasaba. Las guerras entre las razas habían arrasado con muchas aldeas y ciudades lejanas a LightSky, con todos aquellos que habían decidido permanecer neutrales y sobre todo con aquellos que demostraban inclinarse a algún lado de la balanza
Esta situación unido a la carencia de recursos naturales del planeta Enish había hecho que cada vez gente más despreciable llegara al asentamiento. Su madre lidiaba a diario para llevar adelante a su hijo, enfrentándose a cada villano que intentaba imponérsele. Pero poco después cayó enferma
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Solo se escucha silencio en esta casa, quizá también el ruido de alguna teja amenazando con caer por lo vieja que estaba. Mis suspiros, ahogados por las lágrimas que incansablemente trataban de escapar pero que debía contener para no hacer más grande la carga de mi madre. Desde hace dos años mi corazón palpita de ira, un odio irracional contra todo, ¿porque nosotros entre tantos tenemos que soportar este sufrimiento?. Maldito mundo, ¿qué será de mí?...
- Ohh madre, ¿que haces aqui? - interrogué sorpresivamente al ser interrumpido tratándo de contener mi odio
- Hijo ¿por qué no sales un rato? - dijo al darse cuenta de mi estado - tienes mucho tiempo sin jugar con tus amigos -
- pero madre yo solo quiero estar contigo - expresé esas palabras incontenibles. Era la única verdad para mí, ante toda la situación, solo en ella podía encontrar refugio - además, mis amigos todos se fueron - hice una pausa leve, recordando como otros habían perecido poco tiempo atrás víctimas de las guerras y los últimos de la epidemia con la que ahora estaba enferma mi madre - debo permanecer a tu cuidado -
- vamos, ve - dijo sonriendo mi madre lo cual me reconfortó - sabes que estoy enferma y si permaneces aquí nuestro alimento se agotará -
Hace tiempo que estábamos comiendo más poco. Trabajaba en las mañanas y en las noches, y en la tarde permanecía con ella. Sin embargo, el poco dinero que conseguía no era suficiente para los elevados precios que los recursos habían alcanzado. En los adentros del asentamiento podía sentir como me repudiaban. Mi madre, había sido de las luchadoras por mantener un orden en todo el lugar. Pero ella y todos los que luchaban bajo la misma causa habían sido víctimas de una epidemia mortal, aunque muchos decían que había sido una maldición que el grupo opositor había puesto sobre ellos.
- ve a la montaña y busca algo de alimento. Sé que en la zona comercial las cosas no están fácil. Si corres con suerte, podrás encontrar alguna criatura para cazar - dijo con suavidad - mientras tanto prepararé la comida con lo que has traído -
No pude negarme, era lo más sensato y no podía contradecirle. Era tan, tan hermosa y delicada. Su dulce voz podía hacerme llorar, pero más que eso, me hacía más fuerte. De haber sabido lo que ocurriría hubiese permanecido en casa
El sol empezaba a hacer su descenso por lo que supe que debía regresar. Había logrado cazar un Cornupui y llevaba algunas frutas de vuelta a casa. Faltaba poco para llegar cuando los vi. 13 niños, todos mayores que yo, eran una pequeña banda, todos hijos de mercenarios y criminales del asentamiento. Eran delicuentes menores y despreciados en el asentamiento por los mercaderes, aunque nadie decía nada por temor de sus padres.
- Hey!!! tú ven aca!!! - dijo uno de ellos.
Intenté ignorarles pero su insistencia me hizo responderles
- disculpa pero no puedo, tengo que volver a casa -
- ¿no puedes? ¿debes volver con tu mami? - intercambiaron miradas mientras reían - Ven acá! - dijo otro mientras me tomaba de la mano con lo que cayó al piso todo lo que llevaba - Déjenme en paz! - grité tratando de liberarme pero fue inútil
Mostrando un sonrisa macabra empezó a golpearme despiadadamente en la cara. El resto se le unió en el ataque. Las lagrimas caían por el dolor que me provocaban los golpes y patadas propiciados. Apretaba fuertemente mis dientes intentando resistir. Esperaba que todo terminara rápido, pero no fue así.
- Me estoy cansando de esto acabémosle de una vez - dijo el que me había tomado - No!! todavía no, tengo una idea mejor - les detuvo el primero, que parecía ser el líder - idiota, ¿dónde vives? -
No tuve ocasión de responder. Y no lo hubiese hecho. Las heridas no me hubieran dejado y si lo decía sabía que pasaría, Lo perdería todo.
- por allá!, hay una casa! - gritó uno del grupo - vamos todos! -
- ayudame a llevarlo - ordenó el líder - ¿Que piensas hacer? - interrogó el último, y su respuesta fue dada con hechos.
Me tomaron de los pies y me arrastraban mientras decian algo. Pero no podia escuchar. Mi concentración era interrumpida por el excesivo dolor. Mi espalda dolía, estaba toda rota. Por todas partes de mi cuerpo salia sangre. Mi cara estaba llena de golpes. La boca me sangraba. Solo podia llorar, no sabia que hacer.
- aquí está bien, sosténganle - dijo dirigiéndose hacia mi casa en silencio - mamá! - grité desesperadamente, pero fui interrumpido por una patada en el rostro que fue seguida de risas...
La borrosa imágen que podía contemplar contrajo mi corazón. Empezaba a salir humo de la casa. En pocos segundos estaba llena de fuego. No escuchaba a mi madre, ni veía que salía. Temí lo peor. Con fuerzas sacadas solo del intento, me levanté empujando a los niños que se me cruzaron en el camino y entré a la casa.
Pocos minutos más tarde. Cuando la casa ya no podía mantenerse en pie y el fuego abrasador la consumía enormemente. Salí de la casa con ella en brazos, justo antes que esta quitara toda resistencia. Caí de rodillas y la coloque en el suelo. Mis lágrimas habían sido consumidas por el fuego. Al igual que toda su piel.
Levantó su mano a mi rostro y me acaricio. Cerré mis ojos mientras lo hacía. Sabía que sería el final. Volví a abrir mis ojos y me sonrío y con su sonrisa su último respiro fue dado. Su corazón dejó de latir frente a mí, sus ojos se cerraron y su brazo cayó al suelo sin poder hacer nada. Pero su sonrisa permaneció.
Algo enorme y sin precedentes creció dentro de mí. Era más fuerte que el odio que sentía antes. Sentía como la ira me consumía, consumía mi corazón. Me sentí uno con ella. Dejé de sentir mi cuerpo y todo el dolor fue aliviado. Entendí que en ese mismo instante yo también había muerto.
Los chicos trataron de correr pero no pudieron llegar lejos. Todos habían muerto. Irónicamente lo único que pude sentir fue placer. En mi mente empezaron a surgir cientos de ideas. La más clara de todas - debo matar a todos... sino lo hago, me matarán a mí... -
El sol ya se había ocultado por lo que sería más sencillo. Me dirigí al asentamiento y comencé mi cacería. Cuando volvió a salir el sol ya todo había acabado.
.:Capítulo I – Silencio Parte II – El Juramento :.
Hellscream había salido a visitar a los asentamientos que recientemente habían quedado fuera del dominio de LightSky, la ciudad divina, buscando que se sumaran a la protección que los divinos estaban ofreciendo. A la distancia, fue despertado por la luz que cortaba el fino manto oscuro de la noche, luz que solo podía provenir de un gran incendio. Levantándose continuo el camino que tenía previsto hacer cuando amaneciera.
Podías sentir las cenizas esparcidas por todo el aire en unos cuántos kilómetros, podía incluso oler el humo de la destrucción. Pero sobre todo, apresuró su paso al escuchar los gritos terror. El alba empezaba a rayar el cielo con los primeros rayos que provenían desde la gran fuente de energía de Zircón, ubicada en la capital de la gran LightSky, LightCore. Aunque era una fuente de energía artificial, conservaba las características del astro de luz original que en antaño había adornado el firmamento. Los gritos que pocas horas antes había escuchado habían cesado. Lo único que podía escuchar era el silencio que queda después de la destrucción.
Al entrar pudo ver a su alrededor destrucción y muerte. Fue en ese preciso momento cuando le vio. Su respiración agitada, su rostro lleno de agonía e ira, sus manos ensangrentadas, su ropa desdeñida, y sus pies descalzos. Allí estaba de pie, sobre el río de sangre. Su mente trajo enseguida palabras que no habían tenido sentido antes. Nacido en muerte y destrucción, de pie sobre el río de sangre.
- te mataré – dijo el niño – te mataré –
Con una euforia incontrolable se lanzó sobre HellScream quién le esquivaba continuamente. Era indetenible, su furia, su energía, ninguna de ellas tenía control.
- te mataré – repitió nuevamente el niño – te lo juro –
Finalmente, HellScream respondió a sus ataques tirándolo al suelo repetidamente hasta que el niño no pudo más. Su respiración más agitada que nunca, intentaba aún ponerse en pie, pero sus fuerzas no daban más.
- ven conmigo y vivirás – dijo HellScream al niño – ven conmigo y serás fuerte –
- te mataré, eso lo juro – volvió a repetir el niño – algún día te mataré –
- tendrás tu oportunidad – respondió HellScream – pero para eso, necesitas ser más fuerte –
HellScream dio media vuelta, mientras su capa repetía su movimiento inmediatamente después y se dejaba llevar por el aire. Sabía que el niño le seguiría, podía verlo en sus ojos. Sabía que su juramento era verdadero, pero no podía dejarlo allí. No después de finalmente haber encontrado a quién podía ser, el sujeto de una gran profecía.
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LO SIGUIENTE ES REALMENTE EL COMIENZO...
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.:::PRÓLOGO:::.
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- Dicen que para contar una historia hay que hacerlo desde el principio. Sin embargo, nadie sabe qué momento puede definirse como el principio. O al menos nadie que siga aún con vida –
- De acuerdo a los manuscritos antiguos y la historia que ha pasado de generación en generación, podríamos decir que todo comenzó hace poco más de 8000 con la caída del primero. Poco después de la creación – El primero, como le llamaron. Se rebeló en contra de su creador y fue derrotado. Aquellos en cuyo corazón fue hallada la duda fueron exiliados y prontamente se convirtieron en nuestros ancestros al ser los primeros habitantes del antiguo Enish –
- Las guerras continuaron por casi 5000 años en contra del Primero hasta que casi todo fue destruido, y algunos cuentan que el primero también. Para vivir, muchos angelinos, aquellos que habían luchado por todos, sacrificaron su divinidad para dejarnos una fuente de energía. Esos se convirtieron en los primeros Prohibidos. 500 años más tardes fueron repudiados junto con sus familias por aquellos a quiénes habían dado todo. –
- Las guerras continuaron una tras otras. Cada vez más violentas. Algunos bandos tomaron medidas que llevaron al caos del planeta Enish, como la ruptura del Sello Prohibido que causo la pérdida del 60% del planeta y la muerte del 40% de la población existente. Y fue cuando se inició la Quinta Gran Guerra, también llamada La Guerra del Caos. Nadie supo como empezó, ni como se mantenía con vida cuando todos intentaban desesperadamente conciliar la paz. Aquí, es donde podemos decir que comenzó la historia de los Prohibidos como los conocemos hoy en día –
.:Orígenes:.
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- Uno de los Hijacker, el primero que se conoce en la historia, por descender de familias rurales de los prohibidos exiliados, junto con sus dos hermanos y otros ocho amigos son testigos de una masacre y el control de alma posteriormente de unos Divinos que ocupaban cargos importantes dentro del Círculo Divino. Habían escuchado al perpetrador identificarse como Fujimi, antiguo miembro del ejército del primero según escritos antiguos encontrados donde su nombre es mencionado. Fueron descubiertos y seis de ellos asesinados, incluyendo al menor de los Hijacker –
- Su historia nunca fue creída pero los cinco juraron que todo sería diferente. Años más tarde formaron lo que se conoció como Las Hordas Prohibidas, con ellos cinco y otros siete grandes guerreros como los generales de las hordas, dándose a conocer como los 12 Grandes. Sus hazañas fueron muchas, y lograron establecer un control gran territorial siendo aún muy jóvenes. Al poco tiempo fueron pereciendo uno a uno, y sus hijos y alumnos ocuparon sus lugares –
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- Es aquí donde se dio inicio a lo que entre los 13 Generales vigentes se conoce como los 5 años de tinieblas. En cuya culminación surgieron 12 generales de los cuales solo HellScream y Gami permanecen con vida –
.:::CRÓNICA PRIMERA – HELLSCREAM:::.
.:Capítulo I – El Significado de Ser General:.
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Enish nuevamente había sido sumergida en las profundas tinieblas del caos. Las muertes se incrementaban constantemente… y en los últimos 5 años la guerra se había descontrolado.
- ¿Qué demonios es esto padre? ¿hermano por qué? – el dolor y la desesperación se reflejaban en su rostro – Madre, por favor tú no, dime que tú no –
A su alrededor estaban de pie los 12 grandes, Hiroshi Hijacker su padre, Emiko su madre y finalmente junto al resto de los Grandes Arnak Hijacker, su hermano mayor y mejor amigo quién tenía sus manos y vestuario manchado de sangre, sangre de aquellos que habían combatido a su lado. En el suelo a su alrededor yacía el cadáver de todos sus compañeros, los hijos y discípulos de los Generales, y de todos los que se habían opuesto a ellos.
- Anark! Anark! – se escuchó tras de él una voz conocida – Yo preservaré tu mente y tu corazón, pero debes permanecer con vida – le susurró
Anark volvió su mirada a la fuente de esas palabras y frente a frente vio el rostro de Marisa RedDreams. Una lágrima bajaba por sus mejillas reflejando su aflicción, pero al mismo tiempo sus ojos mostraban su firme convicción.
Los 13 jóvenes salieron conversando entre ellos acerca de cómo debía ser el plan de batalla.
- Descansen todos bien el día de hoy, porque desde mañana les informaré cómo será el plan de ataque – dijo Arnak a todos, demostrando ser el líder
Arnak era 3 años mayor que su hermano, quién tenía 17 años. Su fuerza y su habilidad era conocida por todos por ser de gran superioridad. Había demostrado ser un líder natural y terminaba opacando siempre a su hermano menor. Al igual que su padre y a diferencia de su hermano, usaba dos espadas para la batalla. Siempre sonreía mientras luchaba, su seguridad terminaba intimidando a todos sus oponentes. Nunca dudaba en lo que hacía. Él y Anark más que hermanos eran amigos y tenían una gran comunicación, pero el último año se habían vuelto un poco distantes y Anark desconocía las razones.
- ¿Nervioso hermanito? – le dijo en tono burlón a Anark – Anímalo Marisa! – siguió diciendo – Tenemos una gran misión en nuetras manos. Y alégrate por mí hermanito, seguramente después de esta misión seré nombrado General también!–
- seguro que sí hermano – respondió Anark con una sonrisa – todos sabemos que te lo mereces –
- y te conviene también hermanito – añadió Arnak – porque de ese modo serás tú quien reemplace a Padre cuando llegue el momento – Anark solo sonrió, una sonrisa triste que demuestra dolor de solo pensarlo – nos vemos chicos! –
- me gustaría tener la seguridad de tu hermano – dijo Marisa mientras veía a Arnak alejarse – es como si estuviera seguro de que puede conseguir todo lo que quiere –
- siempre ha sido así – sonrió Anark viéndole alejarse – siempre ha sido un gran amigo y un gran hermano -
- Hey Anark! – dijo Marisa un poco nerviosa y captando toda su atención - ¿cuándo vas a decirlo? –
- ¿Decir que? – interrogó Anark desconociendo lo que Marisa quería decir – no te entiendo –
- ahhhh – suspiró Marisa – no hay otro remedio – diciendo esto se acercó rápidamente a él y besó sus labios – decir que te gusto –
Marisa sonrió y salió corriendo. Estando un poco adelante se volteó e hizo señas para que Anark lo siguiera. Se encontraban retirados del campamento de los prohibidos, en la cima de una de las colinas. Ambos contemplaban el horizonte de lo que les rodeaba.
- Oye! Dime, ¿de qué tratan tus pesadillas? – Interrogó con curiosidad – nunca me lo has dicho –
- Lo sé, es que… es que no le encuentro sentido – dijo buscando palabras para responder – simplemente algo anda mal, pero no sé que es. Era tan real que sentí que lo había perdido todo –
- ¿pero qué fue lo que soñaste? – preguntó insistentemente
- Soñé que todos ustedes estaban muertos – dijo haciendo una pausa – y los asesinos, los asesinos eran mi familia –
- ¿tu familia? Pero eso es una tontería – dijo Marisa tratando de hacer que no se preocupara por lo soñado – Todos daríamos nuestra vida por El Gran General, y tu madre es una inspiración para nosotras las mujeres, y bueno, está tu hermano. Tú mismo lo dijiste: Siempre ha sido un gran amigo y un gran hermano –
- Lo sé, pero puedo sentirlo. Puedo sentir un peligro inexplicable – cerró sus ojos y respiro profundamente – solo espero que sea como hace 5 años atrás cuando soñé que Padre y Madre morían al ir a una de las misiones. No les pude detener, pero por fortuna regresaron con vida –
- Seguramente es eso Anark. No te preocupes – diciendo esto se acercó y lo abrazó
La mañana nacía en el firmamento, los primeros rayos del sol empezaban a iluminar cada rincón. El rocío de la mañana había sido fuerte ese día, algo que no se había visto en los últimos años, el olor de las flores mezclados con la tierra húmeda llenaban de placer a todos los que aprovecharan las horas tempranas del día. Y entre todos los presentes
estaba el Gran General, pero su semblante era diferente. Lucía radiante y con una gran sonrisa, quizá con algunas canas menos. Y a su lado, señalando el cielo, un pequeño niño que disfrutaba de la compañía de su Padre.
- mira Padre! Una bandada de aves – exclamó el niño con emoción – hace mucho que no se ve ninguna –
- Oh! Es verdad Pequeño Anark – respondió su padre – hace tiempo que no se les veía volar a tantas juntas –
- algún día quisiera volar por los cielos – dijo el niño observando a su padre – muy muy alto! –
- algún día podrás hijo mío – sonrió su padre – solo que quizá cuando eso pase, no podré verte hacerlo –
- Pero ¿qué dices Padre? – dijo el niño un poco confundido - ¿por qué no?
- Prométeme una cosa Anark – Sonrió el Padre - ¿puedes hacerme una promesa? –
- Seguro! – sonrió el niño aún un poco confundido – lo que sea –
- Si algún día dejo de ser el mismo, serás tú quien cruzará espadas conmigo – dijo el padre
- ¿pero de qué hablas? – preguntó el niño confundido
- Hijo mío, eres tú quien llegará a ser un gran General, incluso mejor que yo – sonrió el padre
- Pero ¿qué hay de mi hermano? El es mayor que yo – dijo el niño
- Lo sé Anark. Pero tu hermano es diferente – dijo el Padre con un tono de seriedad – Es hábil, es fuerte, pero no estoy seguro si sería capaz de llevar el peso de este mundo en sus hombros –
- No te entiendo Padre – volvió a decir el niño confundido - ¿de qué estás hablando? –
- ves a las aves volar en bandadas en una hermosa formación V hijo mío – añadió el padre - ¿pero realmente por qué vuelan así? –
- no lo sé padre – respondió el niño curioso – ¿tú lo sabes? –
- un ave que vuela sola no resiste mucho la adversidad de los cielos – le dijo a su hijo con una sonrisa – al frente, el líder afronta esta adversidad antes que todos los demás y hace que los que le siguen no tengan temor – esperó para que su hijo entendiera sus palabras – si el líder los guía por mal camino su grupo perecerá, el líder debe saber que tormentas evitar, debe mirar más allá que sus compañeros, porque de él depende la supervivencia de todos –
- aún no entiendo qué quieres decir padre – dijo su hijo – para mí es simplemente hermoso y triste al mismo tiempo, es hermoso verles volar juntos y surcar el cielo, pero es triste ver que el primero no tiene a su lado un compañero mientras que el resto si lo tiene -
- Así es hijo mío, pero solo prométe lo que te dije – insistió con una sonrisa el Padre – si algún día descubres que he dejado de ser yo mismo. Harás lo correcto. Tomarás la decisión para que tu bandada pueda sobrevivir –
- De acuerdo Padre – respondió el niño – es una promesa –
- algún día entenderás todo lo que te he dicho – añadió el padre – y comprenderás el significado de ser un General -
El padre le sonrió y el chico devolvió la sonrisa… duraron unos segundos de esa forma… el corazón del Padre lleno de tristeza y dolor, pero al mismo tiempo de esperanza al ver a los niños y jóvenes que se alzaban junto a él en la batalla… Pero una voz le llamó a lo lejos.
- Anark! Anark! – era la voz de su madre. Podía reconocerla – Anark! Anark! – al volverse a mirar su realidad cambió y despertó
- ¿otra vez soñando Anark!? – interrogó Marisa que le había despertado - ¿de qué fue esta vez? –
- nada, solo algo del pasado – respondió – una vez que estaba en el lago junto a mi –
- si, recuerdo el lago – dijo entre suspiros Marisa – ahí fue donde nos conocimos. Ahora ya no está – terminó diciendo con un aire de tristeza
- debemos irnos – dijo Anark – supongo q esta vez es mi hermano el que nos necesita –
- así es - dijo ella – después de todo mañana será el gran día –
Ambos se dirigieron al encuentro de sus compañeros de batalla y de vida… frente a todos estaba él, su hermano, el líder de todos ellos al que respetaban y admiraban.
- El momento ha llegado – dijo finalmente Arnak a todos – mañana será el gran día, el día en que daremos un golpe a la capital, un golpe que les dejará en el suelo y del que no podrán levantarse. Y nosotros tenemos un papel de suma importancia que debemos cumplir sin problemas – siguió diciendo – nos hemos preparado toda nuestras vidas para un momento como este. Nosotros asaltaremos la ciudad fortaleza de Génesis XII, mientras que nuestros Generales junto con la totalidad de las hordas atacará la entrada principal, Génesis XI. – miró uno a uno a la cara tratando de infundirles la misma seguridad que él tenía – los reportes indican que será una batalla difícil. Como sabemos, los principales grupos del huestes se encuentran en la Génesis III, VI, IX y XII. Y al ver a los generales, los grupos III y IX se desplazarán a dar el apoyo respectivo, mientras que los de la XII se dividirán para cubrir los puestos abandonados –
- ¿entonces eso significa que no nos enfrentaremos a los mejores guerreros de ellos? – preguntó Infimus, uno de los jóvenes guerreros que aspiraban al cargo de general. El mayor de 3 hermanos, y el único que quedaba aún con vida. – no me agrada la idea de lidiar solo con la carnada –
- tranquilízate infernal – dijo con voz serena Gami utilizando el apodo que él mismo se había colocado y usaría una vez llegase a ser general – es una guerra de números, y cuando de números se trata no tienes mucha oportunidad –
- como seguía diciendo – interrumpió nuevamente Arnak con el propósito de continuar con sus instrucciones – avanzaremos por la génesis 12 hacia la ciudad de Baniota, y finalmente ingresaremos a LightCore –
- suena bien en teoría chico rudo – dijo Marisa, quién era conocida por todos como Hisui – ¿pero estamos seguros que funcionará? –
- funcionará Marisa – respondió Arnak con un gesto severo – todo está preparado para que funcione –
- y cómo estás tan seguro – agregó Gami – ¿tenemos un espía entre ellos? –
- algo así muchachos – dijo Arnak – algo así – culminó con una sonrisa que parecía ser más una mueca macabra
Todos habían quedado despedidos de la reunión y volvían a sus recintos… Arnak se acerca a su hermano que estaba con Hisui.
- Padre quiere hablar contigo – dijo dirigiéndose a su hermano – a solas – y dirigió una mirada severa a su compañera
- Padre, ¿me llamabas? – dijo Anark al entrar al recinto del Gran General – heme aquí –
- Bienvenido hijo mío – respondió su padre – así es, te he llamado –
El general se levantó de su puesto y se acercó a su hijo, colocó su mano sobre su hombro y añadió…
- ven acompáñame – y salieron a dar un paseo a las afueras del campamento…
- el cielo ha estado despejado todo el día. Algo que no hemos visto ya en los últimos años – dijo mientras caminaban buscando romper el silencio de la caminata…
- Un buen presagio hijo mío. Nos anuncia que mañana alcanzaremos la victoria - le respondió su padre
- Padre. ¿Por qué fue elegido el día de mañana? – interrogó Anark – podía haber sido antes, o incluso después. Pero, ¿por qué mañana? –
- Pronto lo sabrás hijo mío. Después de que todo acabe – una leve sonrisa de satisfacción había aparecido en su rostro – por ahora concéntrate en el plan de tu hermano –
- De acuerdo Padre – respondió finalmente Anark
- Estás aquí porque te he notado distante últimamente. Y no quiero que estés distraído para el día de mañana. Eres de nuestros guerreros más fuertes, por eso se te permitirá ir junto a los otros. Pero has estado dudando últimamente, puedo sentirlo y verlo. No acatas las órdenes con la misma devoción que solías hacerlo y has debilitado tu carácter. Tu hermano, después de mañana se convertirá en uno de los generales y por esto deberás seguir sus órdenes sin dudar, así como has seguido las mías desde que eras un crío. – el frío carácter del Gran General se revelaba junto con las palabras que le decía a su hijo – Un error y llevarás a la muerte a todos los que estén bajo tu mando – El corazón de Anark se encogía por las duras palabras de su padre, sin embargo, entendía lo que este quería decir y comprendía que la misión general debía cumplirse – El día de mañana si estorbas a nuestra mejor pieza todo se habrá terminado –
- Lo sé Padre – respondió finalmente Anark – No dudaré, no te defraudaré. Lo juro –
El silencio nuevamente se había poderado de ambos… el sitio al que habían llegado era diferente de cómo solía ser. Los últimos años habían marcado con severidad la tierra, haciéndola infértil…
- Este es el mismo lugar dónde me dijiste que alcanzaría la grandeza. ¿Lo recuerdas? – dijo Anark mientras elevaba su mirada al cielo y contemplaba una bandada de aves que volaban bajo
- Por supuesto. ¿Ves a las aves? – Interrogó sin esperar respuesta el Gran General – vuelan bajo porque han atravesado la parte Oeste de la tormenta que protege este lugar. Su líder les ha conducido erróneamente y perecerán cuando intenten continuar su camino –
- Pero aún tienen una oportunidad de lograrlo. ¿no es así? – respondió Anark – solo deben confiar en él –
- Pero no lo lograran. Un líder debe saber que tormentas evitar. Debió evitar en nuestro reino, porque ahora no podrá salir de la gran tormenta que se avecina – culminó diciendo el General mientras se daba la vuelta para retirarse – Al entrar en la tormente selló su destino, y junto con él, el de todos los que le acompañan –
Los pasos de su Padre, el Gran General, se alejaban por donde habían llegado.
- La calma antes de la tormenta. Nunca pensé que sería tan aterradora – dijo para sí mismo y se dio media vuelta para volver – Has tomado tu decisión porque pensaste que era lo mejor. Aún tienes una oportunidad –
Se retiro del lugar que antes había sido hermoso, y que las guerras se habían llevado con ellas su hermosura … el lugar donde antes jugueteaba con su padre… el lugar dónde sin saberlo había tomado una amarga decisión…
.:Capítulo II – Asalto a La Génesis XII Parte I:.
La lucha había sido extraordinaria por parte de los 13 jóvenes. Habían logrado atravesar la génesis XII y se dirigían a la ciudad de Baniota… su objetivo estaba muy cerca. La confusión era el elemento reinante en LightSky y todos sus habitantes se refugiaban en el núcleo de la ciudad, LightCore. Se adentraban cada vez más hasta que una voz les detuvo…
- ¡Invasores! detengan su avance y retírense o este lugar será vuestra tumba! – nunca le había visto. Su voz sonaba demasiado segura. Sin duda su arrogancia era inmesurable. Se enfrentaba contra 13 personas y aún así no medía sus palabras.
- ¡Es él! – escuché decir a mi hermano. Su semblante cambió inmediatamente – Debemos capturarle. Es necesario capturarle –
No entendía lo que quería decir mi hermano. ¿por qué habría q capturarle?. Pero era mi hermano el que lo decía, y todos fuimos al ataque. Era demasiado fuerte, solo mi hermano podía combatirle de igual a igual. Y aún así era difícil vencerle. Su forma de luchar era impecable, cada movimiento estaba calculado. Entendí el por qué de su seguridad, era sin duda un genio del combate. Pero nosotros eramos más y no eramos cualquier guerrero, eramos los discípulos de los generales y llevaríamos a cabo nuestro cometido…
- ¿qué sucede? – todo estaba confuso, no podía ver nada - ¿qué ocurre? – volví a preguntar y escuché una respuesta.
- le has servido todo este tiempo sin saberlo – miré y le vi. Era él, contra el que habíamos estado combatiendo – ahora todo tiene sentido. Él es quién ha estado tirando de los hilos de la historia los últimos años Anark –
- no entiendo, ¿de qué hablas? – interrogué aún más confundido – abre los ojos – me dijo finalmente…
Finalmente pude verlo todo. Ahí estaban todos mis compañeros en el suelo, muertos. La habitación encajaba con la descripción que había tenido antes del palacio de Zircón. Y a lo lejos contemplé las figuras de mi familia…
- no puedo dejar que hagan lo que quieran – volvió a decir el joven – debemos escapar. Al menos uno de los dos – hizo una pausa antes de continuar – lo que ves ahora no lo podemos cambiar. No puedo evitar mi muerte. Pero la tuya sí –
- ¿por qué estamos aquí? – le interrogué, esperando que el supiera la razón - ¿por qué estamos aún con vida? –
- nos necesita para obtener el cristal – respondió a mi inquietud – Debes permanecer con vida Anark. Te he visto luchar y puedo confiar en que sobrevivirás. Por el bien todos, porque nuestro mundo te necesita. Te sacaré de aquí a cambio de mi vida-
- No, espera – dijo Anark - ¿por qué?–
- No importa qué, debes vivir, no importa cómo, no puedes morir, en tus hombros está el peso de este mundo – le dijo – Es necesario que muera, para que otros puedan vivir –
Sus labios se movieron, pero los sentidos de Anark no pudieron comprender sus palabras. Un resplandor enceguecedor llenó todo lo que podía verse y un profundo dolor invadió el cuerpo de Anark, un dolor fulminante e indescriptible que hizo gritar a Anark.
Su grito fue seguido del sonido de varias cosas caer al suelo y el de un peso seco que indicaba la caída de una persona.
- Lo-lo-lo siento, de verdad lo siento - repetía Hisui constantemente - no fue mi intención Anark – volvía a decir mientras trataba de incorporarse –
Anark estaba empapado en sudor. Gotas frías bajaban por su rostro y su respiración era demasiado agitada… pasaron varios segundos hasta que él pudo calmarse.
- está bien - dijo finalmente mientras sus sentidos volvían en sí y claramente notaba que todo había sido un sueño - no te preocupes –
- Es solo que nunca me has dicho exactamente que era lo que estabas soñando estos últimos días - dijo más tranquila Hisui - y al verte dormir supe que estabas soñando -
- Ya lo sabes ahora, y comprenderás así mismo porque no quería decirte más al respecto - respondió mientras se incorporaba - simplemente no quería preocuparte -
- Pero todo fue tan real - dijo en un tono de voz suave - no parecía simplemente un sueño -
- Lo sé - se limitó a decir Anark - Lo sé -
- Y... ¿quién era él? - interrogó Hisui tratando de buscar una respuesta - el que estuvo a tu lado -
- No lo sé - respondió haciendo una pausa - nunca lo había visto -
- Espero que todo esto solo sea un sueño - culminó diciendo Hisui
- Yo también - respondió más para sí mismo que para ella - ¡Vamos, la hora ha llegado! -
Ambos salieron y se unieron a los demás, listos para ir a combatir llevando a cabo el plan que habían trazado.
Los portales que unían la Fortaleza Prohibida con diferentes sitios del planeta Enish eran la clave del avance de los prohibidos durante los últimos años. Creados por el General Yuuna hace pocos años, y perfeccionados al conocer la localización de las líneas espirituales del planeta, les permitían moverse instantáneamente a lugares lejanos. El principal problema de ellos, es que requerían de mucho tiempo para ser preparados. Pero todo estaba listo, uno de los portales había sido preparado para que su destino llegase a la Génesis XII, el resto de ellos a la Génesis VI, que sería utilizada por el resto de las hordas…
Las murallas de la Genésis XII se alzaban esplendorosamente. LightSky, una ciudad inmensa, protegida por 12 fortalezas a su alrededor llamadas Génesis. Cada una de ellas estaba unida junto con la otra por las grandes murallas que resultaban impenetrables por los hechizos antiguos con las que habían sido construidas, y su entrada estaba adornada con dos inmensos querubines que unían sus espadas, donde podía leerse el número de la génesis, y en su otra mano sostenían una lanza tan alta como ellos. El que quería ingresar a la ciudad debía hacerlo por alguna de estas 12 puertas, defendidas por las huestes defensoras…
- ¡Ya estamos aquí! – susurró Arnak – Nuestro objetivo yace ante nuestros ojos. Ahora solo debemos esperar la señal del Gran General que indicará el inicio de la invasión. Treinta minutos más tarde atacaremos –
Todos asintieron en señal de aprobación. Después de todo ya lo habían planificado y nada podía salir mal. Ellos, eran los mejores después de los Generales, eran los grandes discípulos que siempre combatían al lado de ellos. La tarea había sido confiada a ellos por esta razón. La señal había llegado. Una señal tan sencilla, pero tan mortal, que solo podía provenir del Gran General, El Trono Caótico, era como le apodaban los enemigos a esa técnica. Un trono que se movía a donde quiera que su rey iba. No era más que la expulsión de la energía del Gran General, energía que congelaba a los enemigos más débiles y les hacía entrar en terror, inundaba el campo de batalla con una lúgubre pesadez, pero al mismo tiempo llenaba de moral a sus aliados, el símbolo del Gran General…
Los nervios acechaban a los jóvenes, el tiempo de espera estaba por culminar. Arnak, el líder, Anark, su hermano, Marisa, conocida como Hisui, Infimus, conocido como Infernal, Koukoro, conocido como Gami, Yoshiro, Yuzuki, Taroshi, Akihito, Kano, Benjiro, Chokichi y Duran se estremecieron al percibir la señal, El Trono Caótico. En el frente de la Génesis VI estaban los Generales Prohibidos junto con todas las hordas combatientes, dispuestos a echar a bajo la puerta de entrada de la gran ciudad amurallada…
…inmediatamente el cambio se sintió en la batalla que aún no había iniciado. Los soldados de las huestes que se hallaban defendiendo la fortaleza sentían temor, nunca habían presenciado semejante poder
- así q, ese es el Gran General – dijo uno de los soldados – es, es, es peor de lo que imaginé –
- así es… y están todos aquí – respondió el otro con temor – seguramente hoy será el día de nuestra muerte –
Aunque simples soldados, sus palabras demostrando la firmeza de su corazón, y la lealtad que habían jurado para proteger el reino amurallado… hasta aquí todo iba según lo planeado, la batalla estaba a punto de comenzar…
- ¡NO SIENTAN TEMOR JÓVENES! – una voz resonó dentro de la ciudad - ¡NO SIENTAN TEMOR! – repitió nuevamente –
Todos se volvieron a mirar la fuente de esta voz… era el general de las huestes conocido como El Anciano Guerrero. Un veterano de guerra de los últimos tiempos, cuyos cabellos blancos y largos junto con las arrugas de su rostro reflejaba la edad. Respetado y temido por todos por sus hazañas, su poder y su experiencia, había permanecido ausente los últimos 5 años de las batalla… su sola presencia volvía a poner en equilibrio el juego… su sola presencia les había devuelto la seguridad a sus soldados, los defensores del reino…
Dirigiéndose a lo alto de la fortaleza, donde podía ser visto por los atacantes, se dirigió al líder de los prohibidos.
- ¡Joven Hiroshi! – dijo en voz alta – No es cortés llegar a un lugar sin ser invitado – la forma en que se dirigía al Gran General revelaba su carácter seguro y afable -
- Gran Anciano, pensé que estabas muy viejo para estos juegos – le respondió el Gran General –
- Lo estoy muchacho, lo estoy – dijo rápidamente – es solo que tenía que asegurarme que no intimidaras a mis niños – respondió haciendo referencia a sus soldados –
- Envía entonces a tus perros guardianes a que jueguen conmigo como la última vez – dijo el Gran General y así entonces terminamos el juego de una vez por todas –
- Jojojojo… ciertamente sabes como presumir Hiroshi – dijo en tono burlón – pero subestimas a mis muchachos – siguió diciendo con una sonrisa dibujada en su rostro – con mucho gusto bajarían a jugar, pero sabes como son los cachorros, olfatean que el ladrón se acerca y salen corriendo sin poder ser detenidos –
Estas últimas palabras fueron bien entendidas por el Gran General… su significado era simple, su plan había sido descubierto, y no por el Anciano sino por sus alumnos… esto último llenó de ira al Gran General, pero no podía permitirse mostrar que eso le alteraba, no frente a sus hordas, no frente al enemigo…
- Ese es el problema de nosotros los ancianos Hiroshi – al decir esto su semblante cambió completamente… su actitud era seria y segura – Siempre subestimamos a nuestros muchachos… y ese siempre, será nuestro gran error – cerró sus ojos y se dio media vuelta – ahora debo irme Hiroshi, sabes mejor que nadie que tengo una tarea más importante que hacer que lidiar con alborotadores –
No había nada más que decir y no había marcha atrás… la batalla había comenzado
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...Continua....