Capítulo 5 Camino de avatar (parte 1 lo puse en dos post ya que era muy largo)
Una enorme ola de calor recorría todo la habitación rectangular, la sensación de calor salía de una máquina de aire acondicionado colgado en el techo, y para terminar la habitación estaba iluminada con luces de neón rojas, dando la sensación que estaba en un horno, un gigantesco horno calentándose, las gotas de sudor corrían por la cabeza, por el cuello y por la espalda de Burai recorriendo todo su cuerpo, llevaban horas ahí, no sabía realmente cuanto tiempo había pasado en realidad, con tanto calor tiempo atrás el chico optó por seguir con el torso desnudo solo quedando en pans de entrenamiento, Burai respiraba profundamente varias veces primero inhalaba por la nariz, con su postura incida dio un potente golpe fue evidente que no pasó nada solo fue un golpe hacia la nada, no era el resultado esperado.
-¡mal muy mal!-gritaron desde el altavoz colgado del techo, Burai era el único en una habitación que solo tenía dianas de papel para practicar tiro al blanco y al fondo un espejo grueso de doble vista por fuera estaba un hombre viejo su cabello canoso medio calvo y su cuerpo obeso vestido como lo haría un doctor salido de las películas de ciencia ficción donde el doctor examina al extraterrestre recién encontrado en el desierto, incluyendo la bata de laboratorio y los enormes lentes redondos con aumento de fondo de botella, el doctor podía ver el interior de la habitación, mientras que Burai en el interior solo podía ver su reflejo el señor miraba a Burai mientras tomaba anotaciones mientras hablaba- no estás canalizando correctamente la energía de tu cuerpo necesitas canalizarla correctamente para convertir tu oxígeno y tu calor en fuego.
-¡es lo que estoy haciendo!-respondió Burai volteando a ver el vidrio, ese maldito espejo que ya lo tenía fastidiado- respiro profundamente tomo mi postura concentró toda mi energía y la descargo llevamos aquí horas tengo hambre ya es tarde y quiero dormir.
-los bloqueadores de chi no están descansando- respondió el doctor mientras Burai caminaba directo a la puerta de salida que el chico abrió con metal control para pasar al pasillo- chico estás loco si tienes esos cambio bruscos de temperatura te enfermarás.
-si no duermo me enfermaré de todas maneras- le respondo en lo personal ese hombre me ha hecho la vida imposible toda la semana- además que no me puso tres vacunas hace una semana-
Había pasado una semana desde que Sybilla lo había hecho entrar en estado avatar y desde el día siguiente ese hombre el doctor le había hechos pruebas de todo tipo, exámenes de orina, de sangre, del corazón, de saliva, radiografías de todo el esqueleto, y placas dentales, después recibió tres vacunas que dejaron las marcas redondas y graciosas que te salen en los brazos como si te hubieran enterrado todo el tubo en ella. Después hizo que mostrara todos los movimientos de tierra control que conocía y todo lo que supiera hacer de tierra control, mover rocas, detenerlas romperlas, romperlas cuando se las lanzaron, darles formas sin romperlas, darles formas rompiéndolas, disparar los discos que se usan o si se usaban en el control profesional aquel deporte que se puso de moda en la época del avatar Korra, Burai daría lo que fuera por participar en un torneo de control profesional, también lo pusieron pruebas de metal control todos los de la tabla periódica, pudo manipularlos todos con excepción del aluminio y del platino, también lo pusieron a combatir uno contra usando tierra y metal control, sin límite de movimiento y contra maestros agua y un maestro fuego, pero lo peor fue la prueba psicológica fue lo más incómoda, le hicieron preguntas tan personales, que sueños tenía, cuando nació a qué hora, cuando descubrió que era maestro tierra, cuál fue el primer movimiento, como reaccionó su madre al saberlo, cuanta gente sabía que era maestro tierra, como entrenaba solo o en secreto con alguien, cuando Burai llego a la parte de que su padre había muerto, y que entrenaba con videocintas que su padre había grabado y como había muerto, cosa que Burai nunca había sabido, su padre había muerto hace casi once años, cuando Burai tenía cinco años, cuando descubrió que era maestro tierra, su madre nunca lo mencionaba, incluso le preguntaron si tenía novia o si le atraían los chicos y preguntas similares.
-de todas formas eres el Avatar debes dominar los cuatro elementos cuanto antes-dice el doctor el cuál no le había dicho su nombre a Burai en toda la semana, mientras Burai agarró su playera aquella playera de color blanco con las mangas y los hombros de color negro con el logo de la escuela donde iba, la del uniforme.
-lo entiendo, pero que no se supone que debería enseñarme un maestro fuego y que no el fuego control viene del calor del sol, ese aire acondicionado no me ayudará en nada- respondió Burai de nuevo en forma grosera ya tenía demasiado se levantaba mucho antes que todos los demás comía menos y se acostaba después.
-todos los maestros fuego están ocupados y no podemos salir a la ciudad mucho menos al campo-
-entonces porque no vamos a escondidas a la nación del fuego, encontraremos a muchos maestros fuego y maestros aire y maestros agua podría entrenar los tres elementos al mismo tiempo-
-ridículo el avatar debe dominar los cuatro elementos en orden, si no haces fuego control menos podrás hacer aire o agua-Burai hizo que no dijo nada en lo personal era la primera vez que se molestaba con el ciclo del Avatar, si eso significaba que debía entrenar en ese horno hasta dominar el fuego control, si es que funcionaba de esa manera, preferiría no ser el avatar mientras caminaba por el pasillo vio el reloj de la pared ya había pasado la hora de la cena, pero tenía hambre tal vez podía robar algo de la bodega, mientras caminaba por los pasillos esperando que el doctor lo detuviera tal vez se había dado cuenta de que tenía razón no necesitaba máquinas necesitaba un maestro, paso hasta la bodega de la comida recién llegada, ya no había nadie, sacó las cajas y agarro sobre de avena, y un paquete de leche, abrió ambos paquetes y vacío la avena en el paquete de leche y así de la tomo bien fría tomaría algo más pero podrían descubrirlo así que tenía que conformarse con eso, paso más pasillos y más pasillo hasta llegar al dormitorio aun siendo el avatar, no le darían un cuarto propia, lo que s ele hacía injusto, Sybilla y sus guardias y el doctorcito tenían habitaciones propias, talvez era para que no hubiera quejas ya en una semana ya todos sabían que era el avatar
Burai despertó al día siguiente con lo lamidos de Argus el toro ligre directamente en la cara, Burai abrió los ojos el enorme animal estaba encima, el chico recibió otra lamida mientras levantaba las manos para alejarlo de el.
-tranquilo Argus-
Se las arregló para quitarse se encima al toro-ligre, miro al lado esperando no haber despertado a nadie, pero al levantarse del espacio del piso vio que todos ya se habían levantado tal vez a sus actividades o a desayunar tras levantarse y cambiarse de ropa fue al comedor, una vez ahí la mitad de los presentes volteó a verlo algunos con curiosidad otros con envidia o enojo, la noticia de que el era el Avatar se había filtrado rápidamente en toda la base. Burai agarro la bandeja donde uno de los cocineros dejo caer de una cuchara enorme el desayuno, parecía avena cocina guardada durante varios días seguidos de un pedazo de verdura cocida y después puso en el vaso de agua, puso leche.
Burai caminó hacia una de las mesas más apartadas, donde no se había sentado nadie estaba bastante retirado del lugar cuando Jiro se levantó de otra mesa y paso corriendo hacia con el periódico abierto cuando se acercó lo suficiente y se sentó enfrente quedando cara a cara con Burai abrió el periódico con una foto de dos oficiales muertos en el piso sobre dos charcos de sangre.
-mira esto… mejor escucha Burai- volteó el periódico para poder leerlo bien Burai sentía como un grupito de curiosos se acercaron a el
-La unidad de la policía federal ha continuado con la investigación del asesinato de tres de los cuatro oficiales en guardia de la policía federal de carretera de la ruta ciento cinco el martes pasado durante la tarde, la hora del asesinato dieciséis horas y cinco minutos. Ryota Chiba el cuarto oficial había salido a investigar movimiento sospechosos en los alrededores, mientras los demás miembros laboraban de manera normal.
Tras la autopsia se comprobó que la muerte de los oficiales fue provocada por heridas de bala de un arma de calibre de nueve milímetros, según testigos media docena de hombres no equipados pero si armados se escabulleron a la zona mediante tierra control hasta el puesto, donde acometieron el asesinato y salieron huyendo mediante tierra control…bla y lo demás-
Jiro doblo el periódico a la mesa del comedor donde se habían sentado casi chocando con lo que quedaba en la charola, Burai agarro el periódico leyendo la parte que Jiro no quiso leer y tras darle una simple ojeada solo venía comentarios de diferentes políticos y vecino chismosos, de verdad ni si quiera les importaba las muertes de esos oficiales.
-carretera ciento cinco, sabes yo vivo… o vivía no muy lejos de ahí, Burai dio la vuelta la página para ver otras noticias, en verdad ni les prestaba atención, se quedó pensando la ciento cinco, volvió a ver la noticia, párrafos más abajo decía que ambos acababan de salir del hospital tras recibir quemaduras de un maestro fuego, durante una persecución apenas unas semanas atrás.
-¿sucede algo?-
-si cuando escapé de casa dos policías me persiguieron, los incineré con fuego control, en la carretera la ciento cinco y curiosamente son los oficiales que mataron…-
-¿Qué quieres decir?-
-Que los asesinos fueron bloqueadores de chi, un maestro tierra hubiera sepultado los cadáveres bajo tierra…-
-y- contesto Jiro con su cara de tonto
-que seguramente reportaron que un maestro tierra hizo fuego control, lo relacionaron con el avatar y los mandaron matar…
Fue la explicación que le dio a Jiro y una hora más tarde a Sybilla que disgustada trió le periódico al piso, con su cara de malos amigos fijo su vista en Burai antes de contestar.
-y esto te afecta en…
-no lo ves, alguien sabe que esos dos oficiales tuvieron de frente al avatar y los callaron-
Sybilla se cruzó de brazos y se apoyó contra la silla de la que estaba sentada en su oficina, lo había mandando llamar por el altavoz tras el desayuno, Burai paso bastante tiempo esperando en la silla de afuera mientras que lo atendían una vez dentro se adelantó a las cosas y habló del periódico.
-no te vieron durante el combate ni te identificaron-
Burai se quedó atrapado en su mente recordando la noche en que paso, revisaron su permiso de conducir se los dio y aceleró miro hacia arriba se puso las palmas en la cara antes de bajarlas.
-ocurrió algo-
-cuando me detuvieron le mostré un permiso de conducir falso y se lo quedaron… no viene mi nombre pero si mi rostro-
Sybilla se puso de pie de golpe parecía de verdad asustada, no conocían el nombre pero sea quien sea quien mató a esos oficiales tenía una fotografía del avatar y una dirección aproximada de su pueblo natal.
-¿Qué tan cerca vives de la ruta ciento cinco?-
-bastante retirado de ahí, vivo en Wuhan* en las provincias, está bastante retirada, pase por el camino del campo luego salí al camino de la ciudad y pase hacia la ruta ciento siete durante varios kilómetros antes de desviarme a la intersección con seis y luego entré a la cinco.
-¿tu madre sabe que eres maestro?-
-si por eso me fui, entrenaba a sus espaldas-
Sybilla miro hacia la puerta y salió caminando a prisa por ella, Burai sin pensarlo la siguió era la primera vez que la veía así, mientras intentaba hablarle ella no hacía caso les hablo a sus guardias para que prepararan transporte y también pidió media docena de voluntarios para una operación.
-Sybilla por favor podrías decirme que te sucede estábamos hablando cuando de repente has salido disparada-
Sybilla volteo a ver a Burai directamente a los ojos, parecía preocupada por algo , como si hubiese recordado un examen final que tendría ese día y necesitara salir huyendo a estudiar de último minuto.
-iremos a Wuhan sacaremos a tus padres de ahí…
Burai instintivamente reaccionó ante las palabras de Sybilla, se puse enfrente de ella levantando sus manos para darle señal de que detuviera, no podía hablar en serio hacer eso podría exponer más a los maestros si hubiese testigos los harían pasar por víctimas de secuestro y se armaría una persecución recorriendo medio país tendía que evitarlo.
-Sybilla entrené tierra y metal control a escondidas de mi familia porqué ellos apoyan abiertamente a los igualitarios, ellos no entenderán nuestra causa aún si soy el Avatar y se lo digo jamás me apoyaran y no puedo demostrarles que soy el avatar ni siquiera puedo hacer fuego control-
-no lo entiendes, sea quien sea quien mato a esos oficiales tiene tu foto y sabe que eres el avatar, no tardarán mucho antes de idear una forma de saber tu nombre y encontrar a tu familia y usarla como rehén es por eso que vamos ahora, les explicaremos todo, vienes para que puedas tenerlos tranquilos.
Se dirigieron hacia una de las salidas más alejadas, cuando se reunieron una docena de voluntarios junto con una de los sub líderes y Burai subieron a un enorme tráiler que traía un logo de una empresa de construcción de edificios, el camión salió inadvertido por un túnel de una de las avenida principales pasando desapercibido, grandes cantidades sorprendentes de automóviles iban de un lado a otro, toda esa gente no maestros que estaban del lado del partido igualista o tal vez tenían miedo así que fingían felicidad.
Cuando el enorme tráiler paso hasta el puente que conducía a la salida principal una docena de policías bloqueó el acceso deteniendo el tráfico, el tráiler avanzó a vuelta de rueda mientras revisaban automóvil por automóvil después de casi dos horas cuando llegaron al automóvil tocaron el vidrio del conductor este bajo la ventana.
-si oficial- dijo en susurro mirando al hombre vestido de azul que tenía una lista con una pequeña tabla en las manos para hacer anotaciones.
-a donde se dirige- le preguntó de manera de manera brusca
-a Utaka en la ruta doscientos diez, llevo material de construcción de unos edificios- respondió mintiendo mientras que otros dos oficiales pasaban a la parte de atrás.
-la llave por favor- volvió a ordenar de manera brusca el policía.
El señor quito las llaves del volante apagando el automóvil y se las dio al oficial que caminó hasta la parte trasera, todo debía salir bien, el oficial fue atrás mientras los demás revisaban ala parte posterior con una vara que tenía un espejo para ver que no había nadie debajo, abrieron el candado y al puerta corrediza dentro había vigas, tabiques, costales de cemento y varillas metálicas.
-todo en orden- dijo mientras bajaba del camión y cerraba la puerta y ponía de nuevo el candado paso de nuevo a la parte de enfrente y devolvió las llaves al conductor, este volvió a encender en tráiler y continuo su camino, una vez pasados diez minutos el conductor, bajo la velocidad y golpeó tres veces fuerte la pared que estaba detrás de su asiento y toco dos veces la bocina.
-al fin- replicaron algunos,
En la parte de atrás, Burai y los demás salieron de bajo de las vigas, y del resto de material de construcción, el viaje era completamente incómodo, ese material no era falso era real, usaron metal control para abrirlo por el centro y esconderse entre ellos hasta pasar la aduana y salir de la ciudad sin que los vieran, pasaron a una desviación sin carretera, el tráiler se detuvo hasta llegar a una reja con alambre de púas en la parte superior, el conductor toco el claxon, de una caseta salió un hombre obeso que abrió la reja corriéndola a un lado el camión volvió a acelerar solo para pasar la reja y estacionarse más adelante, por fin se detuvo y salió a abrir la puerta posterior mientras que los voluntarios salieron del camión completamente adoloridos y quejándose del viaje habían viajado muy apretados junto con todo el material de carga, Burai miro a todos lados el lugar estaba rodeado de un alambrado que cubría metros y metros en todas direcciones, dentro había Aero generadores que giraban con el viento de la primavera, el lugar ideal para esconderse le había informado Sybilla ya que esas máquinas también como muchos de esos inventos aunque los comercializaban las compañías anexadas y los compraba el gobierno, en verdad habían sido creados y construidos por la compañía Sato y por el clan de metal por consecuente las constructoras apoyaban a los maestros.
El plan esperarían al anochecer para subir en un dirigible y partirían hacia Wuhan durante la noche el vuelo duraría casi un día evitarían las rutas comerciales para no levantar sospechas mientras debían pasar el tiempo vestidos de obreros y cargando esos materiales de construcción, si eran reales, poco a poco fueron bajándolos y llevándolos a diferentes áreas hasta que quedo el tráiler completamente vacío, comieron sándwiches, fueron hacia el dirigible, era un dirigible bastante chico, Burai nunca había subido en ningún tipo de aeronave pero si había visto helicópteros y aeronaves de la policías y comerciales y la mayoría eran bastante más grandes, el dirigible era de color gris y tenía en letras color verde pasto la palabra Astro cielo, una marca comercial de una compañía que quebró muchos años atrás, al menos eso dijo el encargado de la zona, la parte interior ovalada de color gris con alguno focos colgados, y sucios, parecía estar en desuso desde hace varios años. Tampoco no estaba muy amueblado no tenía muebles ni cajas, ni casilleros ni siquiera tenía asientos, solo tenía una mesa de madera obscura en el centro bastante empolvada, Burai paso su manos por la mesa para limpiarla un poco, aunque Burai ahora pensaba cabrían todos en un dirigible tan pequeño una vez que subieran a sus padres, primos y tíos tal vez tendrían que viajar muy incómodos y apretados ene se dirigible, mientras comenzaba el vuelo todos se acomodaron lo mejor que pudieron sentados en el suelo o recargados en la pared, mientras la sub-líder, que pidió que le llamaran capitana, Burai ni sabía si era o no era maestra, algo le decía que si, solos sabía que era una mujer pelirroja de mediana edad con una voz imponente y que era el único o la única sub líder disponible para ese trabajo.
Todos se fueron a dormir dos horas después de que anocheció habían acordado hacer turnos para la guardia y para navegar, cosa que todos aceptaron, Burai estaba entre los primeros en dormir y los últimos en hacer guardia así que incómodo con la ropa de obrero, sucia y vieja y en el piso consiguió recostarse, sin dejar de pensar en su madre cómo reaccionaría al saber que él era el avatar, le creerían incluso si no mostraba que podía dominar los demás elementos, podrían hacerlos entrar en razón o tendrían que subirlos a la fuerza, también cuanto tardaría el partido Igualitario en saber su nombre, cuanto tardarían en buscar su casa ya estarían en camino listos para arrestar a su familia y usarla como rehén, trato de despejar su mente mientras la nave seguía su curso lentamente sobando el cielo…
-despierta, despierta, ya es nuestro turno- decía la imponente voz ronca de la capitana, mientras Burai despertaba mientras lo zarandeaban del hombro, mientras el chico abría el ojo derecho primero y después el izquierdo ya había amanecido mientras abría y cerraba las manos, y se levantaba los miembros encargados de la guardia se acostaban mientras que él se ponía de pie y caminaba tratando de no pisar los cuerpos de sus compañeros dormidos.
Burai paso entre los cuerpos y por el pasillo hasta el otro cuarto donde estaban los controles, la capitana se sentó en el asiento para comenzar a maniobrar la nave, Burai paseo de un lado a otro de la nave observando por la ventana iban a una altura muy alta no se podían ver las ciudades, pero aún con todas la preocupaciones era la primera vez que Burai volaba.
-¿preocupado avatar? – preguntó la capitana sin dejar de maniobrar el timón
Par Burai resultó extraño está era la primera vez que lo llamaban avatar, por poco y no contestaba a la pregunta, podría mentirle y decirle que no pero necesitaba tranquilizarse apenas había podido dormirse. Aunque había pasado una semana desde entonces parecía que aún no se había caído en cuenta de que era el Avatar y la responsabilidad que se le otorgaba.
-mi familia como los convenceré de que soy el avatar y en caso de convencerlos no se irán de la granja están enamorados del campo y apoyan a los Igualitarios- contestó el chico esperando que la capitana contestara diciendo alguna frase motivadora o intentar calmarlo de alguna manera o incluso esperaba que está le diera idea de que decir, pero pasaron varios segundos y la mujer seguía callada y seria, tal vez no conocía una respuesta o quizá estaba tan centrada en la misión que ni lo había escuchado, cosa que no sorprendería a Burai, una vez que todos se despertaron y desayunaron fue cuando comenzaron a hacer planes de como recatar a los padres de Burai.
-¿y eso es lo que te preocupa Avatar?- preguntó uno de los voluntarios cuando tiraron los platos desechables al bote de basura, la capitana había hablado en voz alta mientras desayunaban.
-no lo había pensado como convencer a alguien que apoya a los igualitarios ¿alguien tiene una idea?- preguntó una de las chicas
Vario levantaron la mano por un segunda la vida de Burai se ilumino dibujando una sonrisa mientras que la persona más alejada del centro se aclaró la garganta para hablar.
-simple hacemos explotar el piso y con eso los convencemos que fue fuego control*, usamos ventiladores y hacemos volar algunas hojas y ahí tienes aire control, y al final les dices que eres el avatar- decía con una voz chillona mientras la sonrisa de Burai se convirtió en mueca y en lugar de cara de felicidad tenía cara del alumno que no entendió la fórmula de física que enseñaba el maestro.
-no seas tonto- intervino una chica que estaba al lado de Burai- la gente sabe distinguir entre fuego control y un bomba lo mejor que podemos hacer es fingir un secuestro por parte de bloqueadores de chi y tenerlos en cautiverio, cuando Burai controle el fuego y el aire fingimos un rescate de parte nuestra con Burai liderando el rescate- La mueca de Burai iba más hacia abajo convirtiéndose en una mirada de angustia, su madre armaría un escándalo.
-buena idea pero si se resisten mucho será un problema llevarlos de nuevo a la ciudad república-
-en especial con lo del camión-
-no regresaremos a la ciudad república iremos a otra guarida, los tendremos a salvo ahí-
-tengo el plan la capitana entra dice que necesita comunicarles algo urgente y les mostramos las cintas de Burai en estado Avatar-
Esa idea sonaba mucho mejor, una imagen valían más que mil palabras y en esas cintas que ya había visto, en las cuales hacía aire control podría funcionar, pero ahora que lo pensaba no traía consigo las cintas.
-no traigo esas cintas, la misión es repentina e improvisada no fue planeada-
-además las cintas son VHS en mi casa solo tiene una reproductora de cintas beta – intervino Burai su comentario fue respondido con miradas curiosas, ya casi no se usaban las cintas betas y contada la tienda que vendía ese tipo de cintas.
-¿qué? Hace dos años de robaron la reproductora de VHS justo cuando compramos una buena película- respondió el chico ante esas caras que lo veían como si no pudieran creer que el Avatar fuera tan pobre
-Malas noticias- dijo el conductor del dirigible por una bocina- debemos aterrizar ya que los motores se están sobre calentado-
La capitana fue hacia la cabina del conductor tras medio minuto el dirigible comenzó a descender hacia el suelo una vez abajo todos bajaron del dirigible, por primera vez en día Burai miraba la luz del sol del amanecer, sentir el calor del sol que había ya que los árboles lo tapaban casi en totalidad habían aterrizado en una pradera de unos veinte o treinta metros rodeada de gruesos y altos árboles y una pequeña montaña de roca que los cubría de cualquier mirada indiscretas, todos comenzaron a estirarse mientras apagaban el motor para que se enfriara debían esperar dos horas para poder volver a volar, en lo personal Wuhan no estaba tan retirado de la capital a lo mucho llegarían en cinco horas, eran las nueve de la mañana reanudarían el viaje hasta las once y llegarían en ocho horas eso significaba que llegarían a las siete, a esa hora ya todos habían llegado a la casa.
Burai estiró las manos para recibir la brisa del aire, casi dos semanas escondido bajo tierra que ya había olvidado el color del azul del cielo y las blancas nubes que volaban suavemente en ellas.
-eso si es el sol no ese cuarto térmico que produce calor-
-calor, el sol- susurra uno de los voluntarios mirando hacia el cielo-eso me da una idea- dice mientras sube su volumen de voz y mirando a todos los voluntarios-¿quién de aquí es maestro fuego?-preguntó en voz alta
De los doce voluntarios solo dos levantaron las manos mientras los demás miraban hacia otro lado o comenzaban a caminar por los alrededores, eran un chico flacucho der cabello riso poco más grande que Burai y una mujer morena de unos veintitantos años.
-¿Qué tienes en mente?- preguntó la mujer mientras caminaba como lo haría una dama de primer mundo y el chico se estiraba y bostezaba y se rascaba las axilas a través del uniforme.
-bueno ya que apareció el avatar y que estaremos aquí varias horas en la luz de día porque aprovechamos para que le enseñen fuego control al avatar- decía con tono orgulloso como si hubiese inventado algo nuevo y novedoso nunca visto antes
Para Burai sonaba bien sería su primer paso para llegar a ser el avatar y con dos maestros fuego sería muy fácil tal vez en dos horas ya se encontraría haciendo fuego control tal vez no sería un maestro pero valdría la pena.
-definitivamente no-intervino la capitana caminando hacia ellos también con las manos en la cintura-no debemos dejas rastros de la misión, si encuentras cenizas de fuego control nos seguirá.
-tranquila, aquí no hay pueblos ni ciudades cerca, estamos a kilómetros de cualquier carretera y el dirigible no está usando rutas comerciales ¿Cuál es el peligro?- preguntó el joven mientras varios comenzaron a aceptar la idea mientras Burai y los otros maestros fuego se alejaban del dirigible no demasiado para saber a qué hora se largaban.
-muy bien toma la posición- dijo enérgicamente la mujer mientras se cruzaba de brazos.
-¿qué posición?-preguntó Burai mientras el otro chico se agachaba como haciendo una sentadilla quedando recargado en el aire, al verlo Burai lo imitó tal vez esa la pose que debía hacer, cosa que no tuvo que preguntar ya que ambos comenzaron a darle consejos e instrucciones
-inhala por la nariz y exhala por la boca- decía la mujer a lo cuál Burai obedeció
-siente el calor de sol y concéntrate en una llama de fuego- interviono el chico
-no así no es adopta la postura, siente el calor, piensa en calor, imagina el fuego, concéntrate, da un golpe mientras sacas el aire por la boca-
- respira concéntrate y enfurécete-
Ambos siguieron dando consejos subiendo su volumen de voz cada vez más , fue hasta el punto cuando comenzaron a discutir, uno con el otro Burai miro hacia arriba sin levantar la cabeza respiro varias veces tanto de no escucharlos respiro profundo y dio un golpe liberando el aire no paso nada, la discusión de los dos maestros fuego seguía y seguía, mientras Burai sin prestar atención comenzó a practicar el golpe varias veces sintiendo el sol, respirando profundamente y golpeando en el aire poniendo toda su energía en ello.
Fue hasta quince o veinte minutos después dando golpes cuando comenzó a notar que a cada golpe salía humo de sus nudillos, iba progresando de cero a casi algo, ya sin prestar atención a los dos chicos que parecían estar a punto de retarse a un Aknikai.
Burai siguió y siguió golpeando en el aire la mano, con la otra con ambas, mientras ambos maestros sacaban llamas de las palmas de los dedos demostrando su supuesta habilidad, Burai trataba de no escuchar sus gritos mientras algunos de los demás voluntarios se habían acercado a ver el espectáculo riéndose de manera estúpida sin intervenir en la pelea.
-es por eso que no derrotas a nadie, el capitán Ryujin siempre se queja de que por tu culpa nunca terminan bien las misiones- girtaba la chica
-y tu eres la razón por la cuál los novatos no progresan-
-oye yo le enseñe a Koda y en menos de un año se volvió mucho mejor que tú-
Burai golpeó por enésima vez ahora de sus nudillos salían chispas, mientras la las risas de lso chismosos iban en aumento a tal punto que alguien gritaba miren los esposos están peleando. Eso significaría que los demás vendrían a ver y a burlarse de el.
-oye avatar no causes un incendio-
El sudor corría por el cuerpo de Burai, el chico no sabía si era por el calor, por la actividad o por el enojo que le provocaba ese momento, Burai dejo la postura miraba a ambos chicos respiro profundo y abrió la boca.
-¡ya cállense!-gritó con toda la fuerza que tenía, los dos chicos guardaron silencio por unos segundos en los cuales Burai creyó que había logrado algo pero tras esos segundos los dos volvieron a empezar a discutir.
Burai dio un gruñido respiro profundo y volvió a golpear con la mano está vez saco una pequeña llamara de fuego color verde que pasó por en medio de los dos gritones pasando enfrente de sus caras, poniendo fin a la discusión y arranco un wow por parte de todos los demás voluntarios.
-saco una llama-
-no es fuego era algo verde-
-no si era fuego-
-¿fuego verde?-
Burai también estaba confundido eso era fuego verde, pero de verdad era fuego Burai se preparó de nuevo en la postura y volvió a golpear en el aire sacando de sus nudillos una pequeña llamarada, que solo duro unos segundo en el aire antes de desaparecer, apenas se podía apreciar si era de verdad fuego o si era de color verde.
-tengo una idea porque no lanzas de nuevo la llama y que ellos las sostengan- susurro una de la chicas.
Sin saber muy bien porque les hizo caso Burai respiro de nuevo y golpeó en el aire sacando la llama mientras que la mujer maestro fuego se colocaba enfrente de Burai a escasos centímetros con las manos estiradas lista para recibir la llama sin extinguirla, cuando Burai disparo por tercera vez el fuego , la chica ret5rocedió el paso hacia atrás y sostuvo la llama con ambas manos, Burai abandono la pose de fuego control y miraba de cerca, se podía ver la base azul de la llama pero no se preciaba muy bien el resto.
-Acércate y has sombra creo que si es verde-
Burai y el otro maestro fuego se acercaron a la chica rodeando la llama a lo que el grupito de curiosos se acercaron y rodearon la llama una vez más junto taparon la luz y ahí estaba una pequeña llamarada verde estaba flotando en las manos de la maestra fuego.
-si es fuego-
-¿por qué es verde?-
-no existe ningún maestro que no saque fuego que no sea rojo-
-no si existe- interrumpió la capitana- a lo que varios voltearon a ver, mientras ella proseguía- tengo cuarenta y cinco años yo tenía treinta antes de que iniciara está revolución de maestros, mis padres apoyaban por completo al avatar Korra, de hecho ellos eran miembros del loto blanco y cuando yo ingresé encontré un documento donde se hablaba de la princesa del fuego Azula tenía llamas azules, esto se debía a que por parte de su padre era bis nieta del señor del fuego Sozin y su bis abuela también maestra fuego que tuvieron al señor del fuego Azulon y se caso con una maestra fuego excepcional fue una de sus generales, y por parte de su madre Ursa una maestra fuego bastante buena tenía sus padres ambos llegaron a ser almirantes en el ejército de la nación del fuego, pero uno de los abuelos de Ursa la madre de Azula era el Avatar Roku.
-¿Cómo?- preguntó uno de los voluntarios
- en otras palabras maestra fuego desde el nacimiento y potenciada con el poder del avatar-intervino otro de los voluntarios.
La explicación del voluntario no decía anda aunque estaba a complicado entenderlo pero eso no explicaba sus llamas verdes, su familia había sido al menos por parte de su madre completamente no maestros pero no sabía nada de la familia de su padre y si era descendiente de algún otro avatar, aunque la posibilidad era de cero o tal vez no, que el avatar anterior hubiese sabido que necesitaba renacer en algún descendiente de una de sus vidas pasadas, pero saberlo sería imposible en especial con toda la censura de la historia.
Cuando por fin pudieron subir de nuevo al dirigible, durante el resto del viaje no se habló de otra cosa que de las llamas verdes de Burai, mientras que los tres maestros fuego se la pasaron pasando la llama de fuego de uno a otro a poca velocidad para no ocasionar un accidente en pleno vuelo, de vez en cuando la apagaban para que Burai la volviera a encender y así seguir practicando por así decirlo.
Y casi mágicamente como habían dicho el dirigible llegó a Wuhan casi a la hora acordada, a las seis de la tarde, mientras que el piloto anunciaba la llegada, todos se levantaban del piso tras aburrirse de la interminable charla de fuego control donde dijeron las teorías más ridículas, mientras Burai se asomaba por la ventana ya podía ver las montañas de Wuhan, mientras todas las mujeres entraron en la cabina del piloto al cuál sacaron a empujones y comenzaron a cambiarse.
-¿no entiendo para que cambiarse? Se supone que estamos de incognito- preguntó el piloto,
-en caso de necesitarlo son trajes de bloqueadores de chi- respo9ndió uno de los chicos mientras sacaba el uniforme, Burai se asomó a verlo en lo personal nunca le habían gustado los uniformes de ningún tipo e bloqueador de chi ni policiaco ni militar, pero al verlo se dio cuenta de algo era de color verde oscuro, con botas especiales y guantes color café oscuros y unos lentes amarillos.
-si…- respondía con sarcasmo- uniformes de bloqueadores de chi de hace cuando hace cincuenta años- al parecer nadie le escucho, cosa que no le sorprendía así eran en casa con él, pero francamente a Burai no le quedaba ser así por lo general se preocupaba mucho por las cosas o se enfadaba muy fácilmente.
Una vez que las mujeres salieron ya preparadas o al menos la mayoría algunas comenzaron a maquillarse todavía a fuera, los caballeros entraron en la cabina, en lo personal a Burai no le importaba donde cambiarse pero ellas insistieron así que entraron a cambiarse por ese horrible uniforme, le quedaba algo apretado y muy chico de las mangas y de los tobillos.
-creo que este es para niños me queda muy apretado y muy chico- decía mientras veía que aun poniéndose los guantes y los zapatos aún le quedaban muy visibles partes de muñeca y de tobillo.
-si quieres cambiamos Avatar el mío aprieta mi trasero creo que es para damas-
Una vez cambiados el conductor comenzó a aterrizar el dirigible para aterrizarlo ya se encontraban cerca de las provincias, se supone que no debían aterrizar ahí, pero increíblemente habían conseguido aterrizar bien en la base del bosque.
Una enorme ola de calor recorría todo la habitación rectangular, la sensación de calor salía de una máquina de aire acondicionado colgado en el techo, y para terminar la habitación estaba iluminada con luces de neón rojas, dando la sensación que estaba en un horno, un gigantesco horno calentándose, las gotas de sudor corrían por la cabeza, por el cuello y por la espalda de Burai recorriendo todo su cuerpo, llevaban horas ahí, no sabía realmente cuanto tiempo había pasado en realidad, con tanto calor tiempo atrás el chico optó por seguir con el torso desnudo solo quedando en pans de entrenamiento, Burai respiraba profundamente varias veces primero inhalaba por la nariz, con su postura incida dio un potente golpe fue evidente que no pasó nada solo fue un golpe hacia la nada, no era el resultado esperado.
-¡mal muy mal!-gritaron desde el altavoz colgado del techo, Burai era el único en una habitación que solo tenía dianas de papel para practicar tiro al blanco y al fondo un espejo grueso de doble vista por fuera estaba un hombre viejo su cabello canoso medio calvo y su cuerpo obeso vestido como lo haría un doctor salido de las películas de ciencia ficción donde el doctor examina al extraterrestre recién encontrado en el desierto, incluyendo la bata de laboratorio y los enormes lentes redondos con aumento de fondo de botella, el doctor podía ver el interior de la habitación, mientras que Burai en el interior solo podía ver su reflejo el señor miraba a Burai mientras tomaba anotaciones mientras hablaba- no estás canalizando correctamente la energía de tu cuerpo necesitas canalizarla correctamente para convertir tu oxígeno y tu calor en fuego.
-¡es lo que estoy haciendo!-respondió Burai volteando a ver el vidrio, ese maldito espejo que ya lo tenía fastidiado- respiro profundamente tomo mi postura concentró toda mi energía y la descargo llevamos aquí horas tengo hambre ya es tarde y quiero dormir.
-los bloqueadores de chi no están descansando- respondió el doctor mientras Burai caminaba directo a la puerta de salida que el chico abrió con metal control para pasar al pasillo- chico estás loco si tienes esos cambio bruscos de temperatura te enfermarás.
-si no duermo me enfermaré de todas maneras- le respondo en lo personal ese hombre me ha hecho la vida imposible toda la semana- además que no me puso tres vacunas hace una semana-
Había pasado una semana desde que Sybilla lo había hecho entrar en estado avatar y desde el día siguiente ese hombre el doctor le había hechos pruebas de todo tipo, exámenes de orina, de sangre, del corazón, de saliva, radiografías de todo el esqueleto, y placas dentales, después recibió tres vacunas que dejaron las marcas redondas y graciosas que te salen en los brazos como si te hubieran enterrado todo el tubo en ella. Después hizo que mostrara todos los movimientos de tierra control que conocía y todo lo que supiera hacer de tierra control, mover rocas, detenerlas romperlas, romperlas cuando se las lanzaron, darles formas sin romperlas, darles formas rompiéndolas, disparar los discos que se usan o si se usaban en el control profesional aquel deporte que se puso de moda en la época del avatar Korra, Burai daría lo que fuera por participar en un torneo de control profesional, también lo pusieron pruebas de metal control todos los de la tabla periódica, pudo manipularlos todos con excepción del aluminio y del platino, también lo pusieron a combatir uno contra usando tierra y metal control, sin límite de movimiento y contra maestros agua y un maestro fuego, pero lo peor fue la prueba psicológica fue lo más incómoda, le hicieron preguntas tan personales, que sueños tenía, cuando nació a qué hora, cuando descubrió que era maestro tierra, cuál fue el primer movimiento, como reaccionó su madre al saberlo, cuanta gente sabía que era maestro tierra, como entrenaba solo o en secreto con alguien, cuando Burai llego a la parte de que su padre había muerto, y que entrenaba con videocintas que su padre había grabado y como había muerto, cosa que Burai nunca había sabido, su padre había muerto hace casi once años, cuando Burai tenía cinco años, cuando descubrió que era maestro tierra, su madre nunca lo mencionaba, incluso le preguntaron si tenía novia o si le atraían los chicos y preguntas similares.
-de todas formas eres el Avatar debes dominar los cuatro elementos cuanto antes-dice el doctor el cuál no le había dicho su nombre a Burai en toda la semana, mientras Burai agarró su playera aquella playera de color blanco con las mangas y los hombros de color negro con el logo de la escuela donde iba, la del uniforme.
-lo entiendo, pero que no se supone que debería enseñarme un maestro fuego y que no el fuego control viene del calor del sol, ese aire acondicionado no me ayudará en nada- respondió Burai de nuevo en forma grosera ya tenía demasiado se levantaba mucho antes que todos los demás comía menos y se acostaba después.
-todos los maestros fuego están ocupados y no podemos salir a la ciudad mucho menos al campo-
-entonces porque no vamos a escondidas a la nación del fuego, encontraremos a muchos maestros fuego y maestros aire y maestros agua podría entrenar los tres elementos al mismo tiempo-
-ridículo el avatar debe dominar los cuatro elementos en orden, si no haces fuego control menos podrás hacer aire o agua-Burai hizo que no dijo nada en lo personal era la primera vez que se molestaba con el ciclo del Avatar, si eso significaba que debía entrenar en ese horno hasta dominar el fuego control, si es que funcionaba de esa manera, preferiría no ser el avatar mientras caminaba por el pasillo vio el reloj de la pared ya había pasado la hora de la cena, pero tenía hambre tal vez podía robar algo de la bodega, mientras caminaba por los pasillos esperando que el doctor lo detuviera tal vez se había dado cuenta de que tenía razón no necesitaba máquinas necesitaba un maestro, paso hasta la bodega de la comida recién llegada, ya no había nadie, sacó las cajas y agarro sobre de avena, y un paquete de leche, abrió ambos paquetes y vacío la avena en el paquete de leche y así de la tomo bien fría tomaría algo más pero podrían descubrirlo así que tenía que conformarse con eso, paso más pasillos y más pasillo hasta llegar al dormitorio aun siendo el avatar, no le darían un cuarto propia, lo que s ele hacía injusto, Sybilla y sus guardias y el doctorcito tenían habitaciones propias, talvez era para que no hubiera quejas ya en una semana ya todos sabían que era el avatar
Burai despertó al día siguiente con lo lamidos de Argus el toro ligre directamente en la cara, Burai abrió los ojos el enorme animal estaba encima, el chico recibió otra lamida mientras levantaba las manos para alejarlo de el.
-tranquilo Argus-
Se las arregló para quitarse se encima al toro-ligre, miro al lado esperando no haber despertado a nadie, pero al levantarse del espacio del piso vio que todos ya se habían levantado tal vez a sus actividades o a desayunar tras levantarse y cambiarse de ropa fue al comedor, una vez ahí la mitad de los presentes volteó a verlo algunos con curiosidad otros con envidia o enojo, la noticia de que el era el Avatar se había filtrado rápidamente en toda la base. Burai agarro la bandeja donde uno de los cocineros dejo caer de una cuchara enorme el desayuno, parecía avena cocina guardada durante varios días seguidos de un pedazo de verdura cocida y después puso en el vaso de agua, puso leche.
Burai caminó hacia una de las mesas más apartadas, donde no se había sentado nadie estaba bastante retirado del lugar cuando Jiro se levantó de otra mesa y paso corriendo hacia con el periódico abierto cuando se acercó lo suficiente y se sentó enfrente quedando cara a cara con Burai abrió el periódico con una foto de dos oficiales muertos en el piso sobre dos charcos de sangre.
-mira esto… mejor escucha Burai- volteó el periódico para poder leerlo bien Burai sentía como un grupito de curiosos se acercaron a el
-La unidad de la policía federal ha continuado con la investigación del asesinato de tres de los cuatro oficiales en guardia de la policía federal de carretera de la ruta ciento cinco el martes pasado durante la tarde, la hora del asesinato dieciséis horas y cinco minutos. Ryota Chiba el cuarto oficial había salido a investigar movimiento sospechosos en los alrededores, mientras los demás miembros laboraban de manera normal.
Tras la autopsia se comprobó que la muerte de los oficiales fue provocada por heridas de bala de un arma de calibre de nueve milímetros, según testigos media docena de hombres no equipados pero si armados se escabulleron a la zona mediante tierra control hasta el puesto, donde acometieron el asesinato y salieron huyendo mediante tierra control…bla y lo demás-
Jiro doblo el periódico a la mesa del comedor donde se habían sentado casi chocando con lo que quedaba en la charola, Burai agarro el periódico leyendo la parte que Jiro no quiso leer y tras darle una simple ojeada solo venía comentarios de diferentes políticos y vecino chismosos, de verdad ni si quiera les importaba las muertes de esos oficiales.
-carretera ciento cinco, sabes yo vivo… o vivía no muy lejos de ahí, Burai dio la vuelta la página para ver otras noticias, en verdad ni les prestaba atención, se quedó pensando la ciento cinco, volvió a ver la noticia, párrafos más abajo decía que ambos acababan de salir del hospital tras recibir quemaduras de un maestro fuego, durante una persecución apenas unas semanas atrás.
-¿sucede algo?-
-si cuando escapé de casa dos policías me persiguieron, los incineré con fuego control, en la carretera la ciento cinco y curiosamente son los oficiales que mataron…-
-¿Qué quieres decir?-
-Que los asesinos fueron bloqueadores de chi, un maestro tierra hubiera sepultado los cadáveres bajo tierra…-
-y- contesto Jiro con su cara de tonto
-que seguramente reportaron que un maestro tierra hizo fuego control, lo relacionaron con el avatar y los mandaron matar…
Fue la explicación que le dio a Jiro y una hora más tarde a Sybilla que disgustada trió le periódico al piso, con su cara de malos amigos fijo su vista en Burai antes de contestar.
-y esto te afecta en…
-no lo ves, alguien sabe que esos dos oficiales tuvieron de frente al avatar y los callaron-
Sybilla se cruzó de brazos y se apoyó contra la silla de la que estaba sentada en su oficina, lo había mandando llamar por el altavoz tras el desayuno, Burai paso bastante tiempo esperando en la silla de afuera mientras que lo atendían una vez dentro se adelantó a las cosas y habló del periódico.
-no te vieron durante el combate ni te identificaron-
Burai se quedó atrapado en su mente recordando la noche en que paso, revisaron su permiso de conducir se los dio y aceleró miro hacia arriba se puso las palmas en la cara antes de bajarlas.
-ocurrió algo-
-cuando me detuvieron le mostré un permiso de conducir falso y se lo quedaron… no viene mi nombre pero si mi rostro-
Sybilla se puso de pie de golpe parecía de verdad asustada, no conocían el nombre pero sea quien sea quien mató a esos oficiales tenía una fotografía del avatar y una dirección aproximada de su pueblo natal.
-¿Qué tan cerca vives de la ruta ciento cinco?-
-bastante retirado de ahí, vivo en Wuhan* en las provincias, está bastante retirada, pase por el camino del campo luego salí al camino de la ciudad y pase hacia la ruta ciento siete durante varios kilómetros antes de desviarme a la intersección con seis y luego entré a la cinco.
-¿tu madre sabe que eres maestro?-
-si por eso me fui, entrenaba a sus espaldas-
Sybilla miro hacia la puerta y salió caminando a prisa por ella, Burai sin pensarlo la siguió era la primera vez que la veía así, mientras intentaba hablarle ella no hacía caso les hablo a sus guardias para que prepararan transporte y también pidió media docena de voluntarios para una operación.
-Sybilla por favor podrías decirme que te sucede estábamos hablando cuando de repente has salido disparada-
Sybilla volteo a ver a Burai directamente a los ojos, parecía preocupada por algo , como si hubiese recordado un examen final que tendría ese día y necesitara salir huyendo a estudiar de último minuto.
-iremos a Wuhan sacaremos a tus padres de ahí…
Burai instintivamente reaccionó ante las palabras de Sybilla, se puse enfrente de ella levantando sus manos para darle señal de que detuviera, no podía hablar en serio hacer eso podría exponer más a los maestros si hubiese testigos los harían pasar por víctimas de secuestro y se armaría una persecución recorriendo medio país tendía que evitarlo.
-Sybilla entrené tierra y metal control a escondidas de mi familia porqué ellos apoyan abiertamente a los igualitarios, ellos no entenderán nuestra causa aún si soy el Avatar y se lo digo jamás me apoyaran y no puedo demostrarles que soy el avatar ni siquiera puedo hacer fuego control-
-no lo entiendes, sea quien sea quien mato a esos oficiales tiene tu foto y sabe que eres el avatar, no tardarán mucho antes de idear una forma de saber tu nombre y encontrar a tu familia y usarla como rehén es por eso que vamos ahora, les explicaremos todo, vienes para que puedas tenerlos tranquilos.
Se dirigieron hacia una de las salidas más alejadas, cuando se reunieron una docena de voluntarios junto con una de los sub líderes y Burai subieron a un enorme tráiler que traía un logo de una empresa de construcción de edificios, el camión salió inadvertido por un túnel de una de las avenida principales pasando desapercibido, grandes cantidades sorprendentes de automóviles iban de un lado a otro, toda esa gente no maestros que estaban del lado del partido igualista o tal vez tenían miedo así que fingían felicidad.
Cuando el enorme tráiler paso hasta el puente que conducía a la salida principal una docena de policías bloqueó el acceso deteniendo el tráfico, el tráiler avanzó a vuelta de rueda mientras revisaban automóvil por automóvil después de casi dos horas cuando llegaron al automóvil tocaron el vidrio del conductor este bajo la ventana.
-si oficial- dijo en susurro mirando al hombre vestido de azul que tenía una lista con una pequeña tabla en las manos para hacer anotaciones.
-a donde se dirige- le preguntó de manera de manera brusca
-a Utaka en la ruta doscientos diez, llevo material de construcción de unos edificios- respondió mintiendo mientras que otros dos oficiales pasaban a la parte de atrás.
-la llave por favor- volvió a ordenar de manera brusca el policía.
El señor quito las llaves del volante apagando el automóvil y se las dio al oficial que caminó hasta la parte trasera, todo debía salir bien, el oficial fue atrás mientras los demás revisaban ala parte posterior con una vara que tenía un espejo para ver que no había nadie debajo, abrieron el candado y al puerta corrediza dentro había vigas, tabiques, costales de cemento y varillas metálicas.
-todo en orden- dijo mientras bajaba del camión y cerraba la puerta y ponía de nuevo el candado paso de nuevo a la parte de enfrente y devolvió las llaves al conductor, este volvió a encender en tráiler y continuo su camino, una vez pasados diez minutos el conductor, bajo la velocidad y golpeó tres veces fuerte la pared que estaba detrás de su asiento y toco dos veces la bocina.
-al fin- replicaron algunos,
En la parte de atrás, Burai y los demás salieron de bajo de las vigas, y del resto de material de construcción, el viaje era completamente incómodo, ese material no era falso era real, usaron metal control para abrirlo por el centro y esconderse entre ellos hasta pasar la aduana y salir de la ciudad sin que los vieran, pasaron a una desviación sin carretera, el tráiler se detuvo hasta llegar a una reja con alambre de púas en la parte superior, el conductor toco el claxon, de una caseta salió un hombre obeso que abrió la reja corriéndola a un lado el camión volvió a acelerar solo para pasar la reja y estacionarse más adelante, por fin se detuvo y salió a abrir la puerta posterior mientras que los voluntarios salieron del camión completamente adoloridos y quejándose del viaje habían viajado muy apretados junto con todo el material de carga, Burai miro a todos lados el lugar estaba rodeado de un alambrado que cubría metros y metros en todas direcciones, dentro había Aero generadores que giraban con el viento de la primavera, el lugar ideal para esconderse le había informado Sybilla ya que esas máquinas también como muchos de esos inventos aunque los comercializaban las compañías anexadas y los compraba el gobierno, en verdad habían sido creados y construidos por la compañía Sato y por el clan de metal por consecuente las constructoras apoyaban a los maestros.
El plan esperarían al anochecer para subir en un dirigible y partirían hacia Wuhan durante la noche el vuelo duraría casi un día evitarían las rutas comerciales para no levantar sospechas mientras debían pasar el tiempo vestidos de obreros y cargando esos materiales de construcción, si eran reales, poco a poco fueron bajándolos y llevándolos a diferentes áreas hasta que quedo el tráiler completamente vacío, comieron sándwiches, fueron hacia el dirigible, era un dirigible bastante chico, Burai nunca había subido en ningún tipo de aeronave pero si había visto helicópteros y aeronaves de la policías y comerciales y la mayoría eran bastante más grandes, el dirigible era de color gris y tenía en letras color verde pasto la palabra Astro cielo, una marca comercial de una compañía que quebró muchos años atrás, al menos eso dijo el encargado de la zona, la parte interior ovalada de color gris con alguno focos colgados, y sucios, parecía estar en desuso desde hace varios años. Tampoco no estaba muy amueblado no tenía muebles ni cajas, ni casilleros ni siquiera tenía asientos, solo tenía una mesa de madera obscura en el centro bastante empolvada, Burai paso su manos por la mesa para limpiarla un poco, aunque Burai ahora pensaba cabrían todos en un dirigible tan pequeño una vez que subieran a sus padres, primos y tíos tal vez tendrían que viajar muy incómodos y apretados ene se dirigible, mientras comenzaba el vuelo todos se acomodaron lo mejor que pudieron sentados en el suelo o recargados en la pared, mientras la sub-líder, que pidió que le llamaran capitana, Burai ni sabía si era o no era maestra, algo le decía que si, solos sabía que era una mujer pelirroja de mediana edad con una voz imponente y que era el único o la única sub líder disponible para ese trabajo.
Todos se fueron a dormir dos horas después de que anocheció habían acordado hacer turnos para la guardia y para navegar, cosa que todos aceptaron, Burai estaba entre los primeros en dormir y los últimos en hacer guardia así que incómodo con la ropa de obrero, sucia y vieja y en el piso consiguió recostarse, sin dejar de pensar en su madre cómo reaccionaría al saber que él era el avatar, le creerían incluso si no mostraba que podía dominar los demás elementos, podrían hacerlos entrar en razón o tendrían que subirlos a la fuerza, también cuanto tardaría el partido Igualitario en saber su nombre, cuanto tardarían en buscar su casa ya estarían en camino listos para arrestar a su familia y usarla como rehén, trato de despejar su mente mientras la nave seguía su curso lentamente sobando el cielo…
-despierta, despierta, ya es nuestro turno- decía la imponente voz ronca de la capitana, mientras Burai despertaba mientras lo zarandeaban del hombro, mientras el chico abría el ojo derecho primero y después el izquierdo ya había amanecido mientras abría y cerraba las manos, y se levantaba los miembros encargados de la guardia se acostaban mientras que él se ponía de pie y caminaba tratando de no pisar los cuerpos de sus compañeros dormidos.
Burai paso entre los cuerpos y por el pasillo hasta el otro cuarto donde estaban los controles, la capitana se sentó en el asiento para comenzar a maniobrar la nave, Burai paseo de un lado a otro de la nave observando por la ventana iban a una altura muy alta no se podían ver las ciudades, pero aún con todas la preocupaciones era la primera vez que Burai volaba.
-¿preocupado avatar? – preguntó la capitana sin dejar de maniobrar el timón
Par Burai resultó extraño está era la primera vez que lo llamaban avatar, por poco y no contestaba a la pregunta, podría mentirle y decirle que no pero necesitaba tranquilizarse apenas había podido dormirse. Aunque había pasado una semana desde entonces parecía que aún no se había caído en cuenta de que era el Avatar y la responsabilidad que se le otorgaba.
-mi familia como los convenceré de que soy el avatar y en caso de convencerlos no se irán de la granja están enamorados del campo y apoyan a los Igualitarios- contestó el chico esperando que la capitana contestara diciendo alguna frase motivadora o intentar calmarlo de alguna manera o incluso esperaba que está le diera idea de que decir, pero pasaron varios segundos y la mujer seguía callada y seria, tal vez no conocía una respuesta o quizá estaba tan centrada en la misión que ni lo había escuchado, cosa que no sorprendería a Burai, una vez que todos se despertaron y desayunaron fue cuando comenzaron a hacer planes de como recatar a los padres de Burai.
-¿y eso es lo que te preocupa Avatar?- preguntó uno de los voluntarios cuando tiraron los platos desechables al bote de basura, la capitana había hablado en voz alta mientras desayunaban.
-no lo había pensado como convencer a alguien que apoya a los igualitarios ¿alguien tiene una idea?- preguntó una de las chicas
Vario levantaron la mano por un segunda la vida de Burai se ilumino dibujando una sonrisa mientras que la persona más alejada del centro se aclaró la garganta para hablar.
-simple hacemos explotar el piso y con eso los convencemos que fue fuego control*, usamos ventiladores y hacemos volar algunas hojas y ahí tienes aire control, y al final les dices que eres el avatar- decía con una voz chillona mientras la sonrisa de Burai se convirtió en mueca y en lugar de cara de felicidad tenía cara del alumno que no entendió la fórmula de física que enseñaba el maestro.
-no seas tonto- intervino una chica que estaba al lado de Burai- la gente sabe distinguir entre fuego control y un bomba lo mejor que podemos hacer es fingir un secuestro por parte de bloqueadores de chi y tenerlos en cautiverio, cuando Burai controle el fuego y el aire fingimos un rescate de parte nuestra con Burai liderando el rescate- La mueca de Burai iba más hacia abajo convirtiéndose en una mirada de angustia, su madre armaría un escándalo.
-buena idea pero si se resisten mucho será un problema llevarlos de nuevo a la ciudad república-
-en especial con lo del camión-
-no regresaremos a la ciudad república iremos a otra guarida, los tendremos a salvo ahí-
-tengo el plan la capitana entra dice que necesita comunicarles algo urgente y les mostramos las cintas de Burai en estado Avatar-
Esa idea sonaba mucho mejor, una imagen valían más que mil palabras y en esas cintas que ya había visto, en las cuales hacía aire control podría funcionar, pero ahora que lo pensaba no traía consigo las cintas.
-no traigo esas cintas, la misión es repentina e improvisada no fue planeada-
-además las cintas son VHS en mi casa solo tiene una reproductora de cintas beta – intervino Burai su comentario fue respondido con miradas curiosas, ya casi no se usaban las cintas betas y contada la tienda que vendía ese tipo de cintas.
-¿qué? Hace dos años de robaron la reproductora de VHS justo cuando compramos una buena película- respondió el chico ante esas caras que lo veían como si no pudieran creer que el Avatar fuera tan pobre
-Malas noticias- dijo el conductor del dirigible por una bocina- debemos aterrizar ya que los motores se están sobre calentado-
La capitana fue hacia la cabina del conductor tras medio minuto el dirigible comenzó a descender hacia el suelo una vez abajo todos bajaron del dirigible, por primera vez en día Burai miraba la luz del sol del amanecer, sentir el calor del sol que había ya que los árboles lo tapaban casi en totalidad habían aterrizado en una pradera de unos veinte o treinta metros rodeada de gruesos y altos árboles y una pequeña montaña de roca que los cubría de cualquier mirada indiscretas, todos comenzaron a estirarse mientras apagaban el motor para que se enfriara debían esperar dos horas para poder volver a volar, en lo personal Wuhan no estaba tan retirado de la capital a lo mucho llegarían en cinco horas, eran las nueve de la mañana reanudarían el viaje hasta las once y llegarían en ocho horas eso significaba que llegarían a las siete, a esa hora ya todos habían llegado a la casa.
Burai estiró las manos para recibir la brisa del aire, casi dos semanas escondido bajo tierra que ya había olvidado el color del azul del cielo y las blancas nubes que volaban suavemente en ellas.
-eso si es el sol no ese cuarto térmico que produce calor-
-calor, el sol- susurra uno de los voluntarios mirando hacia el cielo-eso me da una idea- dice mientras sube su volumen de voz y mirando a todos los voluntarios-¿quién de aquí es maestro fuego?-preguntó en voz alta
De los doce voluntarios solo dos levantaron las manos mientras los demás miraban hacia otro lado o comenzaban a caminar por los alrededores, eran un chico flacucho der cabello riso poco más grande que Burai y una mujer morena de unos veintitantos años.
-¿Qué tienes en mente?- preguntó la mujer mientras caminaba como lo haría una dama de primer mundo y el chico se estiraba y bostezaba y se rascaba las axilas a través del uniforme.
-bueno ya que apareció el avatar y que estaremos aquí varias horas en la luz de día porque aprovechamos para que le enseñen fuego control al avatar- decía con tono orgulloso como si hubiese inventado algo nuevo y novedoso nunca visto antes
Para Burai sonaba bien sería su primer paso para llegar a ser el avatar y con dos maestros fuego sería muy fácil tal vez en dos horas ya se encontraría haciendo fuego control tal vez no sería un maestro pero valdría la pena.
-definitivamente no-intervino la capitana caminando hacia ellos también con las manos en la cintura-no debemos dejas rastros de la misión, si encuentras cenizas de fuego control nos seguirá.
-tranquila, aquí no hay pueblos ni ciudades cerca, estamos a kilómetros de cualquier carretera y el dirigible no está usando rutas comerciales ¿Cuál es el peligro?- preguntó el joven mientras varios comenzaron a aceptar la idea mientras Burai y los otros maestros fuego se alejaban del dirigible no demasiado para saber a qué hora se largaban.
-muy bien toma la posición- dijo enérgicamente la mujer mientras se cruzaba de brazos.
-¿qué posición?-preguntó Burai mientras el otro chico se agachaba como haciendo una sentadilla quedando recargado en el aire, al verlo Burai lo imitó tal vez esa la pose que debía hacer, cosa que no tuvo que preguntar ya que ambos comenzaron a darle consejos e instrucciones
-inhala por la nariz y exhala por la boca- decía la mujer a lo cuál Burai obedeció
-siente el calor de sol y concéntrate en una llama de fuego- interviono el chico
-no así no es adopta la postura, siente el calor, piensa en calor, imagina el fuego, concéntrate, da un golpe mientras sacas el aire por la boca-
- respira concéntrate y enfurécete-
Ambos siguieron dando consejos subiendo su volumen de voz cada vez más , fue hasta el punto cuando comenzaron a discutir, uno con el otro Burai miro hacia arriba sin levantar la cabeza respiro varias veces tanto de no escucharlos respiro profundo y dio un golpe liberando el aire no paso nada, la discusión de los dos maestros fuego seguía y seguía, mientras Burai sin prestar atención comenzó a practicar el golpe varias veces sintiendo el sol, respirando profundamente y golpeando en el aire poniendo toda su energía en ello.
Fue hasta quince o veinte minutos después dando golpes cuando comenzó a notar que a cada golpe salía humo de sus nudillos, iba progresando de cero a casi algo, ya sin prestar atención a los dos chicos que parecían estar a punto de retarse a un Aknikai.
Burai siguió y siguió golpeando en el aire la mano, con la otra con ambas, mientras ambos maestros sacaban llamas de las palmas de los dedos demostrando su supuesta habilidad, Burai trataba de no escuchar sus gritos mientras algunos de los demás voluntarios se habían acercado a ver el espectáculo riéndose de manera estúpida sin intervenir en la pelea.
-es por eso que no derrotas a nadie, el capitán Ryujin siempre se queja de que por tu culpa nunca terminan bien las misiones- girtaba la chica
-y tu eres la razón por la cuál los novatos no progresan-
-oye yo le enseñe a Koda y en menos de un año se volvió mucho mejor que tú-
Burai golpeó por enésima vez ahora de sus nudillos salían chispas, mientras la las risas de lso chismosos iban en aumento a tal punto que alguien gritaba miren los esposos están peleando. Eso significaría que los demás vendrían a ver y a burlarse de el.
-oye avatar no causes un incendio-
El sudor corría por el cuerpo de Burai, el chico no sabía si era por el calor, por la actividad o por el enojo que le provocaba ese momento, Burai dejo la postura miraba a ambos chicos respiro profundo y abrió la boca.
-¡ya cállense!-gritó con toda la fuerza que tenía, los dos chicos guardaron silencio por unos segundos en los cuales Burai creyó que había logrado algo pero tras esos segundos los dos volvieron a empezar a discutir.
Burai dio un gruñido respiro profundo y volvió a golpear con la mano está vez saco una pequeña llamara de fuego color verde que pasó por en medio de los dos gritones pasando enfrente de sus caras, poniendo fin a la discusión y arranco un wow por parte de todos los demás voluntarios.
-saco una llama-
-no es fuego era algo verde-
-no si era fuego-
-¿fuego verde?-
Burai también estaba confundido eso era fuego verde, pero de verdad era fuego Burai se preparó de nuevo en la postura y volvió a golpear en el aire sacando de sus nudillos una pequeña llamarada, que solo duro unos segundo en el aire antes de desaparecer, apenas se podía apreciar si era de verdad fuego o si era de color verde.
-tengo una idea porque no lanzas de nuevo la llama y que ellos las sostengan- susurro una de la chicas.
Sin saber muy bien porque les hizo caso Burai respiro de nuevo y golpeó en el aire sacando la llama mientras que la mujer maestro fuego se colocaba enfrente de Burai a escasos centímetros con las manos estiradas lista para recibir la llama sin extinguirla, cuando Burai disparo por tercera vez el fuego , la chica ret5rocedió el paso hacia atrás y sostuvo la llama con ambas manos, Burai abandono la pose de fuego control y miraba de cerca, se podía ver la base azul de la llama pero no se preciaba muy bien el resto.
-Acércate y has sombra creo que si es verde-
Burai y el otro maestro fuego se acercaron a la chica rodeando la llama a lo que el grupito de curiosos se acercaron y rodearon la llama una vez más junto taparon la luz y ahí estaba una pequeña llamarada verde estaba flotando en las manos de la maestra fuego.
-si es fuego-
-¿por qué es verde?-
-no existe ningún maestro que no saque fuego que no sea rojo-
-no si existe- interrumpió la capitana- a lo que varios voltearon a ver, mientras ella proseguía- tengo cuarenta y cinco años yo tenía treinta antes de que iniciara está revolución de maestros, mis padres apoyaban por completo al avatar Korra, de hecho ellos eran miembros del loto blanco y cuando yo ingresé encontré un documento donde se hablaba de la princesa del fuego Azula tenía llamas azules, esto se debía a que por parte de su padre era bis nieta del señor del fuego Sozin y su bis abuela también maestra fuego que tuvieron al señor del fuego Azulon y se caso con una maestra fuego excepcional fue una de sus generales, y por parte de su madre Ursa una maestra fuego bastante buena tenía sus padres ambos llegaron a ser almirantes en el ejército de la nación del fuego, pero uno de los abuelos de Ursa la madre de Azula era el Avatar Roku.
-¿Cómo?- preguntó uno de los voluntarios
- en otras palabras maestra fuego desde el nacimiento y potenciada con el poder del avatar-intervino otro de los voluntarios.
La explicación del voluntario no decía anda aunque estaba a complicado entenderlo pero eso no explicaba sus llamas verdes, su familia había sido al menos por parte de su madre completamente no maestros pero no sabía nada de la familia de su padre y si era descendiente de algún otro avatar, aunque la posibilidad era de cero o tal vez no, que el avatar anterior hubiese sabido que necesitaba renacer en algún descendiente de una de sus vidas pasadas, pero saberlo sería imposible en especial con toda la censura de la historia.
Cuando por fin pudieron subir de nuevo al dirigible, durante el resto del viaje no se habló de otra cosa que de las llamas verdes de Burai, mientras que los tres maestros fuego se la pasaron pasando la llama de fuego de uno a otro a poca velocidad para no ocasionar un accidente en pleno vuelo, de vez en cuando la apagaban para que Burai la volviera a encender y así seguir practicando por así decirlo.
Y casi mágicamente como habían dicho el dirigible llegó a Wuhan casi a la hora acordada, a las seis de la tarde, mientras que el piloto anunciaba la llegada, todos se levantaban del piso tras aburrirse de la interminable charla de fuego control donde dijeron las teorías más ridículas, mientras Burai se asomaba por la ventana ya podía ver las montañas de Wuhan, mientras todas las mujeres entraron en la cabina del piloto al cuál sacaron a empujones y comenzaron a cambiarse.
-¿no entiendo para que cambiarse? Se supone que estamos de incognito- preguntó el piloto,
-en caso de necesitarlo son trajes de bloqueadores de chi- respo9ndió uno de los chicos mientras sacaba el uniforme, Burai se asomó a verlo en lo personal nunca le habían gustado los uniformes de ningún tipo e bloqueador de chi ni policiaco ni militar, pero al verlo se dio cuenta de algo era de color verde oscuro, con botas especiales y guantes color café oscuros y unos lentes amarillos.
-si…- respondía con sarcasmo- uniformes de bloqueadores de chi de hace cuando hace cincuenta años- al parecer nadie le escucho, cosa que no le sorprendía así eran en casa con él, pero francamente a Burai no le quedaba ser así por lo general se preocupaba mucho por las cosas o se enfadaba muy fácilmente.
Una vez que las mujeres salieron ya preparadas o al menos la mayoría algunas comenzaron a maquillarse todavía a fuera, los caballeros entraron en la cabina, en lo personal a Burai no le importaba donde cambiarse pero ellas insistieron así que entraron a cambiarse por ese horrible uniforme, le quedaba algo apretado y muy chico de las mangas y de los tobillos.
-creo que este es para niños me queda muy apretado y muy chico- decía mientras veía que aun poniéndose los guantes y los zapatos aún le quedaban muy visibles partes de muñeca y de tobillo.
-si quieres cambiamos Avatar el mío aprieta mi trasero creo que es para damas-
Una vez cambiados el conductor comenzó a aterrizar el dirigible para aterrizarlo ya se encontraban cerca de las provincias, se supone que no debían aterrizar ahí, pero increíblemente habían conseguido aterrizar bien en la base del bosque.
Última edición por Diogo Rangel el Mar Feb 03, 2015 9:48 pm, editado 1 vez